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quinta-feira, 27 de dezembro de 2018

Serie de estudios "Cristianismo y Liberalismo" - parte 7


por:
José Augusto de Oliveira Maia
17.11.2018


INTRODUCCIÓN

En la 6ª parte de nuestro estudio(*), analizamos las posiciones del Cristianismo y del Liberalismo en relación a la Biblia, viendo que, mientras que para los cristianos la Biblia es la autoridad como Palabra de Dios en su vida, para los liberales la autoridad reside en sus propios principios, a los que intentan adaptar la Biblia, distorsionando el mensaje divino en ella contenido; no es de extrañar que las mismas diferencias existan entre uno y otro en cuanto a la persona de Jesucristo.

DIFERENCIAS ENTRE CRISTIANISMO Y LIBERALISMO EN RELACIÓN A LA PERSONA DE JESÚS CRISTO

Machen inicia sus consideraciones afirmando que la actitud cristiana genuina hacia la persona de Cristo se basa principalmente en el Nuevo Testamento, especialmente en las cartas de Pablo; para el apóstol, Jesús era el objeto de la fe que él predicaba; Pablo no sólo crea en Dios, sino que crea en Jesús sin ningún tipo de conflicto de fe; la obra redentora realizada por Cristo en el Calvario era el centro de la fe de Pablo, antes incluso del ejemplo de vida dejado por su persona.

"La religión de Pablo no era, primero, una fe en Dios como la fe de Jesús; era una fe en Jesús; Pablo, sin reservas, confió a Jesús el destino eterno de su alma." (página 72 - vea II Timoteo 4:6 - 8)

La fe del apóstol Pablo en Jesús era la misma que los primeros discípulos de Jesús practicaban (Gálatas 1:22 - 24; 2:6-9).

"Si hubiera ocurrido algún desacuerdo, la mano derecha de la comunión, a la que las columnas de la iglesia de Jerusalén extendieron sobre Pablo (Gálatas 2:9), sería una imposibilidad. Los hechos son demasiado claros. Toda la historia del cristianismo sería un laberinto sin salida si la iglesia de Jerusalén y Pablo no hubieran hecho de Jesús el objeto de la fe. El cristianismo primitivo, como certeza, no consistía en la imitación de Jesús." (página 73)

Esta fe profesada por la Iglesia primitiva, tanto por los primeros apóstoles como por Pablo, se basaba en las propias palabras dichas por Él en todo el Evangelio.

"Jesús presentó la ira de Dios de un modo más aterrorizante de lo que hicieron sus discípulos posteriormente; fue Jesús - el mismo Jesús que los liberales modernos presentan como un defensor del amor indiscriminado - que habló de las tinieblas y del fuego eterno, del pecado que no puede ser perdonado, ni en este mundo ni en el venidero." (página 74 - vea Mateo 25:41 - 46; Marcos 3:28, 29).

"Él invitó a la gente a la confianza por la presentación de su maravillosa persona. Grande era la culpa del pecado, pero Jesús era aún mayor; Dios, de acuerdo con Jesús, era un Padre amoroso, no del mundo en pecado, sino de aquellos a quienes él trajó a su Reino por medio de su Hijo." (página 74)

JESÚS ERA CRISTIANO?

Mientras el cristianismo presenta, sobre la base del testimonio de las Escrituras, Jesús como el Salvador en el que todos deben creer, el liberalismo teológico (LT) presenta a Jesús de forma totalmente diferente; según los liberales, "Jesús fue el fundador del cristianismo porque él fue el primer cristiano, y el cristianismo consiste en la repetición de la vida religiosa instituida por Jesús." (página 75)


Pero una religión que predica que, más importante que creer en la persona de Jesús, es seguir su ejemplo, choca con algunas dificultades:


1) Jesús afirmaba con convicción que era el último Juez de toda la Tierra (Mateo 25:31 - 46); ¿podemos imitarlo en esta convicción? Si, como afirma el LT, esa afirmación de Jesús era injustificable, ¿cómo hacer de él nuestro ejemplo? "¿Qué se debe pensar de un ser humano que se alejó tanto del camino de la humildad y de la sanidad hasta el punto de creer que el destino eterno del mundo estaba colocado en sus manos? La verdad es que si Jesús es un mero ejemplo, él no es un ejemplo digno, pues él supuso ser mucho más que un ejemplo." (página 75).

El LT intenta driblar esta dificultad afirmando erróneamente que la conciencia mesiánica de Jesús surgió tardíamente en su vida; al comprobar que sus semejantes no se veían como hijos de Dios, como Él se veía, se dedicó a llevarlos a esa misma condición disfrutada por Él, considerando a sí mismo, para ello, el Mesías prometido. Pero esta reconstrucción de la persona y de la trayectoria demostró ser falla, pues

* no hay evidencia en la narrativa de los cuatro Evangelios de que Jesús haya evolucionado en su pensamiento sobre sí mismo, de una simple comprensión humana hacia una exaltada conciencia mesiánica

* si la conciencia mesiánica de Jesús, aunque tardía, era errónea, ¿cómo adoptarlo como ejemplo a seguir?

2) Otra dificultad en seguir el ejemplo de Cristo es el hecho de que Él está indisolublemente separado de nosotros por la ausencia del pecado en sí (véase Juan 8:46; Hebreos 4:14, 15).

La afirmación de la ausencia del pecado en Jesús es la piedra de tropiezo para el LT; porque si Jesús, siendo humano, era 100% sin pecado, entonces algo más habría en su humanidad que no estaría presente en nosotros, haciéndolo radicalmente diferente de nosotros; "En el relato de la tentación, somos informados de cómo Él ha logrado mantener el pecado desde el exterior, y nunca nos es dicho cómo él lidiaba con el pecado después de que éste consiguiera entrar en su vida." (página 78).

La diferencia entre nosotros y Cristo impide que la mera experiencia religiosa de Jesús sea la única base de la vida cristiana; una vez que Él no tenía pecado de que arrepentirse, nuestra experiencia religiosa es diametralmente opuesta, una vez que reconocemos que todos somos pecadores.

Así, los discípulos de Jesús "estaban conectados a su nombre, no porque él era el ejemplo de cómo librarse de sus pecados, sino porque se libraban de sus pecados por medio de él. Era lo que Jesús hizo por ellos, y no el ejemplo de su propia vida, que los hizo cristianos. Así es el testimonio de todos los registros primitivos que tenemos." (página 79 - vea Hechos 2:38; 15:7 - 11).

Por lo tanto, el mensaje del Evangelio de la Iglesia desde sus inicios y siguiendo con Pablo es de una fe personal en Jesús, como aquel que nos libra del pecado.

"La fe cristiana es la confianza depositada en él, para la remoción de los pecados; él no puede depositar esa confianza (en el sentido que estamos tratando aquí) en sí mismo, por lo que ciertamente no era un cristiano. Si estamos buscando un ejemplo completo de la vida cristiana, no podemos encontrarlo en la experiencia religiosa de Jesús." (página 80)

En contra de estas afirmaciones, dos objeciones son presentadas por el LT:

a) siendo Jesús verdadero Hombre (doctrina fundamental), no tendría su propia religión?

Sí; sin embargo, la relación de Cristo con Dios no se basaba en el perdón de sus propios pecados; "La religión de Jesús era de una filiación directa; el cristianismo es una religión de la conquista de la filiación por la obra redentora de Cristo." (Juan 17:5; Colosenses 1:12 - 14).

b) si Jesús es tan diferente de nosotros, no puede ser nuestro hermano ni nuestro ejemplo.

A esto Machen responde:

"La diferencia entre Jesús y nosotros sirve para enfatizar, y no para invalidar, la lección. Si aquel a quien se le dio todo el poder necesitaba descanso y fortalecimiento en oración, cuanto más nosotros; si aquel a quien los lirios del campo revelaron la gloria de Dios aún fue al santuario, ciertamente necesitamos aún más este tipo de ayuda; si el que es sabio y santo puede decir 'se haga su voluntad', entonces la sumisión es ciertamente más adecuada para nosotros, cuya sabiduría es como la insensatez de un niño." (página 82)

Pero para que Jesús sea aceptado como ejemplo para la humanidad, en primer lugar se debe aceptar lo que Él ofreció: la salvación, a través de la fe en Él mismo.

"Existe una diferencia profunda, por tanto, entre la actitud del liberalismo moderno y del cristianismo hacia el Señor Jesús. El liberalismo lo considera un ejemplo y un guía; el cristianismo lo considera un Salvador; el liberalismo lo hace un ejemplo de fe; el cristianismo, el objeto de la fe." (página 83)

LA SOBRENATURALIDAD DE JESÚS

Además de todo lo que fue presentado hasta aquí, la fe cristiana se basa en la sobrenaturalidad de Jesús, hecho extraño al LT.

"Pablo separó a Jesús de la humanidad común y lo colocó al lado de Dios. Las palabras de Pablo en Gálatas 1:1 - 'no por parte de hombres, ni por medio de hombre alguno, sino por Jesucristo y por Dios Padre, quien lo resucitó de entre los muertos' - son típicas de lo que aparece en todo lugar en las epístolas." (página 84)

El término griego empleado por Pablo para designar a Jesús como Señor es la traducción del hebreo Iavé (YHWH) del Antiguo Testamento, el nombre hebreo de Dios (véase Éxodo 3:15).

Los primeros apóstoles de Jesús, anteriores a Pablo, concuerdan con él en cuanto a la sobrenaturalidad de Jesús; si no fuera así, tal divergencia se reflejaba en las epístolas del NT (Gálatas 1:1; II Pedro 1:1, 2; 1 Juan 1:1 - 3; Judas 1:1).

"Este mismo relato de la persona de Jesús, presumido por las epístolas paulinas, aparece en las detalladas narraciones de los evangelios. Los evangelios concuerdan con Pablo en la presentación de Jesús como alguien sobrenatural, y esa concordancia no está en uno o dos evangelios, sino en los cuatro." (...) "En los cuatro evangelios, Jesús aparece como poseedor de un poder soberano sobre las fuerzas de la naturaleza; en todos los cuatro evangelios, como en todo el Nuevo Testamento, claramente aparece como alguien sobrenatural." (página, 85, 86)


Con el fin de esclarecer el uso y el sentido del término "sobrenatural", Machen lo define como "acción inmediata de Dios, en el sentido de no suceder por un intermediario" (página 86); subordinados a esta definición, dos premisas son necesarias: I) la existencia de un Dios personal; II) la existencia de un orden natural real. Esta definición cristiana de sobrenatural, expuesta arriba, es opuesta al deísmo ("Dios colocó al mundo para funcionar como una máquina, y entonces lo dejó para ser independiente de Él") y al panteísmo ("El panteísmo identifica a Dios con la totalidad de la Naturaleza, por lo tanto, de acuerdo con la visión panteísta, es inconcebible que cualquier cosa 'del lado de afuera' pueda entrar en el curso de la Naturaleza. ") (página 87).


De acuerdo con la visión cristiana, "Dios es siempre la causa primaria, pero existen causas secundarias, y ellas son usadas por Dios, en el curso común del mundo, para el logro de sus objetivos. La exclusión de estas causas secundarias hace un acontecimiento milagroso." (página 88).


El LT rechaza los milagros contenidos en el Antiguo y el Nuevo Testamento; sin embargo, sin ellos, hasta podría ser más fácil creer en las narrativas neo-testamentarias, base de la fe cristiana, pero sería sólo la historia de un simple maestro, cuya bondad lo habría condenado a una muerte vergonzosa y fin de la historia; pero con los milagros, especialmente con su resurrección y victoria sobre la muerte, tenemos la historia de un Salvador que puede librarnos del pecado y de la muerte; "Sin los milagros, tendríamos un maestro; con los milagros, tenemos un salvador." (página 90).


Así, los milagros del Nuevo Testamento, tomados en su contexto, apuntan hacia un propósito divino, la victoria sobre el pecado y la salvación de la criatura perdida.


"Y esa acción creativa de Dios, tan misteriosa, tan contraria a toda expectativa, y aún tan compatible como el carácter de Dios que es revelado como el Dios de amor, se encuentra en la obra redentora de Cristo. Ninguna producción de la humanidad pecaminosa podría haber redimido a la propia Humanidad de la horrible culpa, o alzado una raza pecaminosa del fango del pecado, pero Dios proveyó un Salvador." (página 91)


En cuanto al Liberalismo Teológico ...

* rechaza lo sobrenatural en Jesús relatado en los Evangelios; el LT acepta a Jesús como personaje real de la historia humana (el Jesús histórico), pero define que esta realidad no puede comprender la sobrenaturalidad de Jesús; "una persona sobrenatural nunca es una persona histórica" (página 92)


* rechazando la sobrenaturalidad de Jesús, lo rechaza como Salvador, así como su obra expiatoria en la cruz para la redención de nuestros pecados

EL FALSO DISCURSO DEL LIBERALISMO TEOLÓGICO

Además, el LT, engañosamente, mantiene el uso de términos ligados a la fe cristiana, pero carentes de su sentido original para la fe; "Por lo tanto, cuando el predicador liberal dice que 'Jesús es Dios', la importancia de la afirmación depende totalmente de lo que se quiere decir con 'Dios'. (página 95).

Si tomamos el punto de vista liberal de que Dios es sólo la unidad del Universo que habitamos, y no un ser personal, decir que Jesús es Dios sólo quiere decir que "la vida de Dios, que está en todos los hombres, aparece con claridad o riqueza especial en Jesús. Esta afirmación es opuesta a la creencia cristiana en la divinidad de Cristo." (página 95).

Si, por otro lado, el término "Dios" significa sólo la mayor aspiración del ser humano, afirmar que "Jesús es Dios" equivale sólo a decir que la persona de Jesús es el ideal de toda la raza humana; pero para la fe cristiana, "Jesús es idéntico, en su naturaleza, al Creador y Regente del Universo." (página 95).

La aceptación del Cristo predicado por la iglesia liberal nos da un Jesús visto como un buen maestro, pero sólo eso; sin embargo, la aceptación del Jesús sobrenatural presentado en los Evangelios y predicado a lo largo de los siglos por la Iglesia cristiana nos da "un salvador, que vino voluntariamente a ese mundo para nuestra salvación, que sufrió en la cruz por nuestros pecados, resucitó de los muertos por el poder de Dios, y vive eternamente para interceder por nosotros." (página 94).

"La diferencia entre estos dos puntos de vista es la diferencia entre dos religiones totalmente distintas, y ya es hora de afrontar esta cuestión; ya es hora de abandonar el uso engañoso de frases tradicionales, y de que la gente diga lo que realmente piensan. ¿Debemos creer el Jesús del Nuevo Testamento como nuestro salvador, o debemos rechazarlo con la iglesia liberal?" (página 94)

(*) - MACHEN, John Greshan "Cristianismo e Liberalismo" - Shedd Publicações - tradução Caio Cesar Dias Peres - 1ª edição - 2012 ( Brasil)




sexta-feira, 2 de novembro de 2018

Série de estudos "Cristianismo e Liberalismo" - 7ª parte



por:
José Augusto de Oliveira Maia
29.09.2018


INTRODUÇÃO

Na 6ª parte de nosso estudo(*), analisamos as posições do Cristianismo  e do Liberalismo em relação à Bíblia, vendo que, enquanto para os cristãos a Bíblia é a autoridade como Palavra de Deus em sua vida, para os liberais a autoridade reside em seus próprios princípios, aos quais tentam adaptar a Bíblia, distorcendo a mensagem divina nela contida; não é de estranhar que as mesmas diferenças existam entre um e outro no tocante à pessoa de Jesus Cristo.

DIFERENÇAS ENTRE CRISTIANISMO E LIBERALISMO EM RELAÇÃO À PESSOA DE JESUS CRISTO

Machen inicia suas considerações afirmando que a atitude cristã genuína em relação à pessoa de Cristo baseia-se principalmente no Novo Testamento, especialmente nas cartas de Paulo; para o apóstolo, Jesus era o objeto da fé que ele pregava; Paulo não somente cria em Deus, mas cria em Jesus, sem nenhum tipo de conflito de fé; a obra redentora realizada por Cristo no Calvário era o centro da fé de Paulo, antes mesmo do exemplo de vida deixado por Sua pessoa.

"A religião de Paulo não era, primeiramente, uma fé em Deus como a fé de Jesus; era uma fé em Jesus; Paulo, sem reservas, confiou a Jesus o destino eterno de sua alma." (página 72 - veja II Timóteo 4:6 - 8).

A fé do apóstolo Paulo em Jesus era a mesma que os primeiros discípulos de Jesus praticavam (Gálatas 1:22 - 24; 2:6 - 9).

"Se tivesse ocorrido algum desacordo, a 'mão direita da comunhão', a qual as colunas da igreja de Jerusalém estenderam sobre Paulo (Gálatas 2:9), seria uma impossibilidade. Os fatos são claros demais. Toda a História do Cristianismo seria um labirinto sem saída se a igreja de Jerusalém e Paulo não tivessem feito de Jesus o objeto da fé. O cristianismo primitivo, como certeza, não consistia em imitação de Jesus." (página 73)

Esta fé professada pela Igreja primitiva, tanto pelos primeiros apóstolos quanto por Paulo, baseava-se nas próprias palavras ditas por Ele em todo o Evangelho.

"Jesus apresentou a ira de Deus de um modo mais aterrorizante do que fizeram seus discípulos posteriormente; foi Jesus - o mesmo Jesus que os liberais modernos apresentam como um meigo defensor do amor indiscriminado - que falou das trevas e do fogo eterno, do pecado que não pode ser perdoado, nem neste mundo nem no vindouro." (página 74 - veja Mateus 25:41 - 46; Marcos 3:28, 29).

"Ele convidou as pessoas à confiança pela apresentação de sua maravilhosa pessoa. Grande era a culpa do pecado, mas Jesus era ainda maior; Deus, de acordo com Jesus, era um Pai amoroso, não do mundo em pecado, mas daqueles a quem ele trouxe ao seu Reino por meio do seu Filho." (página 74)

JESUS ERA CRISTÃO?

Enquanto o cristianismo apresenta, com base no testemunho das Escrituras, Jesus como o Salvador no qual todos devem crer, o liberalismo teológico (LT) apresenta Jesus de forma totalmente diferente; segundo os liberais, "Jesus foi o fundador do cristianismo porque ele foi o primeiro cristão, e o cristianismo consiste na repetição da vida religiosa instituída por Jesus." (página 75).

Porém, uma religião que prega que, mais importante do que crer na pessoa de Jesus, é seguir seu exemplo, esbarra em algumas dificuldades:

1) Jesus afirmava com convicção ser o Juiz último de toda a Terra (Mateus 25:31 - 46); podemos imitá-lo nesta convicção? Se, como afirma o LT, essa afirmação de Jesus era injustificável, como fazer dele o nosso exemplo? "O que se deve pensar de um ser humano que se afastou tanto do caminho da humildade e da sanidade a ponto de acreditar que o destino eterno do mundo estava colocado em suas mãos? A verdade é que se Jesus for um mero exemplo, ele não é um exemplo digno, pois ele supôs ser muito mais que um exemplo." (página 75).

O LT tenta driblar esta dificuldade afirmando erroneamente que a consciência messiânica de Jesus surgiu tardiamente em sua vida; ao verificar que seus semelhantes não se viam como filhos de Deus, como Ele se via, dedicou-se à levá-los a essa mesma condição desfrutada por Ele, considerando-se, para isso, o Messias prometido. Porém essa reconstrução da pessoa e da trajetória demonstrou ser falha, pois

* não há nenhuma evidência na narrativa dos quatro Evangelhos de que Jesus tenha evoluído em seu pensamento sobre si mesmo, de uma simples compreensão humana para uma exaltada consciência messiânica

* se a consciência messiânica de Jesus, ainda que tardia, fosse errônea, como adotá-lo como exemplo a ser seguido?

2) Outra dificuldade em apenas seguir o exemplo de Cristo é o fato de Ele estar, inegavelmente, separado de nós pela ausência do pecado em si (veja João 8:46; Hebreus 4:14, 15).

A afirmação da ausência do pecado em Jesus é a pedra de tropeço para o LT; pois se Jesus, sendo humano, era 100% sem pecado, então algo mais haveria em sua humanidade que não estaria presente em nós, tornando-o radicalmente diferente de nós; "No relato da tentação, somos informados de como Ele conseguiu manter o pecado do lado de fora, e nunca nos é dito como ele lidou com o pecado depois que este conseguiu entrar em sua vida." (página 78).

A diferença entre nós e Cristo impede que a mera experiência religiosa de Jesus seja a única base da vida cristã; uma vez que Ele não tinha pecado de que se arrepender, nossa experiência religiosa é diametralmente oposta, uma vez que reconhecemos que todos somos pecadores.

Assim, os discípulos de Jesus "estavam conectados ao Seu nome, não porque Ele era o exemplo de como se livrar de seus pecados, mas porque se livravam dos seus pecados por meio d'Ele. Era o que Jesus fez por eles, e não o exemplo de sua própria vida, que os tornou cristãos. Assim é o testemunho de todos os registros primitivos que temos." (página 79 - veja Atos 2:38; 15:7 - 11).

Portanto, a mensagem do Evangelho da Igreja desde seus primórdios e seguindo com Paulo é de uma fé pessoal em Jesus, como aquele que nos livra do pecado.

"A fé cristã é a confiança depositada nele, para a remoção dos pecados; ele não pode depositar essa confiança (no sentido que estamos tratando aqui) em si mesmo; portanto, ele certamente não era um cristão. Se estivermos procurando um exemplo completo de vida cristã, não podemos achá-lo na experiência religiosa de Jesus." (página 80)

Contra estas afirmações, duas objeções são apresentadas pelo LT:

a) sendo Jesus verdadeiro Homem (doutrina fundamental), não teria sua própria religião?

Sim; porém, o relacionamento de Cristo com Deus não se baseava no perdão de seus próprios pecados; "A religião de Jesus era de uma filiação direta; cristianismo é uma religião da conquista da filiação pela obra redentora de Cristo." (João 17:5; Colossenses 1:12 - 14).

b) se Jesus é tão diferente de nós, não pode ser nosso irmão nem nosso exemplo

A isto Machen responde:


"A diferença entre Jesus e nós serve para enfatizar, e não para invalidar, a lição. Se aquele a quem foi dado todo o poder precisava de descanso e fortalecimento em oração, quanto mais nós; se aquele a quem os lírios do campo revelaram a glória de Deus ainda foi ao santuário, certamente precisamos ainda mais deste tipo de auxílio; se aquele que é sábio e santo pode dizer 'seja feita sua vontade', então a submissão é certamente mais adequada para nós, cuja sabedoria é como a insensatez de uma criança." (página 82)

Porém, para que Jesus seja aceito como exemplo para a Humanidade, em primeiro lugar deve-se aceitar o que Ele ofereceu: a salvação, através da fé n'Ele mesmo.

"Existe uma diferença profunda, portanto, entre a atitude do Liberalismo moderno e do Cristianismo para com o Senhor Jesus. O Liberalismo o considera um exemplo e um guia; o Cristianismo o considera um Salvador; o Liberalismo o faz um exemplo de fé; o Cristianismo, o objeto da fé." (página 83)

A SOBRENATURALIDADE DE JESUS

Além de tudo o que foi apresentado até aqui, a fé cristã baseia-se na sobrenaturalidade de Jesus, fato estranho ao LT.

"Paulo separou Jesus da Humanidade comum e o colocou ao lado de Deus. As palavras de Paulo em Gálatas 1:1 - 'não da parte de homens, nem por meio de homem algum, mas por Jesus Cristo e por Deus Pai, que o ressuscitou dos mortos' - são típicas daquilo que aparece em todo o lugar nas epístolas." (página 84)

O termo grego empregado por Paulo para Designar Jesus como Senhor é a tradução do hebraico Iavé (YHWH) do Antigo Testamento, o nome hebraico de Deus (veja Êxodo 3:15).

Os primeiros apóstolos de Jesus, anteriores a Paulo, concordam com ele quanto à sobrenaturalidade de Jesus; se assim não fosse, tal divergência transpareceria nas epístolas do NT (Gálatas 1:1; II Pedro 1:1, 2I João 1:1 - 3; Judas 1:1).

"Esse mesmo relato da pessoa de Jesus, pressuposto pelas epístolas paulinas, aparece nas detalhadas narrativas dos evangelhos. Os evangelhos concordam com Paulo na apresentação de Jesus como alguém sobrenatural, e essa concordância não está em um ou dois evangelhos, mas nos quatro." (...) "Nos quatro evangelhos, Jesus aparece como possuidor de um poder soberano sobre as forças da natureza; em todos os quatro evangelhos, como em todo o Novo Testamento, ele claramente aparece como alguém sobrenatural." (página, 85, 86)

No intuito de esclarecer o uso e o sentido do termo "sobrenatural", Machen o define como "ação imediata de Deus, no sentido de não acontecer por um intermediário" (página 86); subordinadas a esta definição, duas premissas são necessárias: I) a existência de um Deus pessoal; II) a existência de uma ordem natural real. Esta definição cristã de sobrenatural, exposta acima, é oposta ao deísmo ("Deus colocou o mundo para funcionar como uma máquina, e então, o largou para ser independente d'Ele") e ao panteísmo ("O panteísmo identifica Deus com a totalidade da Natureza; portanto, de acordo com a visão panteísta, é inconcebível que qualquer coisa 'do lado de fora' possa entrar no curso da Natureza.") (página 87).

De acordo com a visão cristã, "Deus é sempre a causa primária, mas existem causas secundárias; e elas são usadas por Deus, no curso comum do mundo, para o alcance de Seus objetivos. A exclusão dessas causas secundárias torna um evento milagroso." (página 88).

O LT rejeita os milagres contidos no Antigo e no Novo Testamento; porém, sem eles, até poderia ser mais fácil crermos nas narrativas neo-testamentárias, base da fé cristã, mas seria apenas a história de um simples mestre, cuja bondade o teria condenado a uma morte vergonhosa e fim da história; mas com os milagres, especialmente com sua ressurreição e vitória sobre a morte, temos a história de um Salvador que pode nos livrar do pecado e da morte; "Sem os milagres, teríamos um mestre; com os milagres, temos um salvador." (página 90).

Assim, os milagres do Novo Testamento, tomados em seu contexto, apontam para uma propósito divino, a vitória sobre o pecado e a salvação da criatura perdida.

"E essa ação criativa de Deus - tão misteriosa, tão contrária a toda a expectativa, e ainda tão compatível como o caráter de Deus que é revelado como o Deus de amor - é encontrada na obra redentora de Cristo. Nenhuma produção da Humanidade pecaminosa poderia ter redimido a própria Humanidade da horrível culpa, ou alçado uma raça pecaminosa do lamaçal do pecado. Mas Deus providenciou um Salvador." (página 91)

Já o Liberalismo Teológico...


* rejeita o sobrenatural em Jesus relatado nos Evangelhos; o LT aceita Jesus como personagem real da História humana (o Jesus histórico), mas define que esta realidade não pode compreender a sobrenaturalidade de Jesus; "uma pessoa sobrenatural nunca é uma pessoa histórica" (página 92)

* rejeitando a sobrenaturalidade de Jesus, rejeita-o como Salvador, bem como sua obra expiatória na cruz para redenção dos nossos pecados

* rejeita também a ressurreição de Jesus, definindo-a como "permanência da influência de Jesus, ou uma mera existência espiritual de Jesus além do túmulo." (página 93)

O FALSO DISCURSO DO LIBERALISMO TEOLÓGICO

Além disso, o LT, enganosamente, mantém o uso de termos ligados à fé cristã, mas desprovidos de seu sentido original para a fé; "Portanto, quando o pregador liberal diz que 'Jesus é Deus', a importância da afirmação depende totalmente sobre o que se quer dizer com 'Deus'." (página 95).

Se tomarmos o ponto de vista liberal de que Deus é apenas a unidade do Universo que habitamos, e não um ser pessoal, dizer que Jesus é Deus apenas quer dizer que "a vida de Deus, que está em todos os Homens, aparece com clareza ou riqueza especial em Jesus. Essa afirmação é oposta à crença cristã na divindade de Cristo." (página 95).

Se, por outro lado, o termo "Deus" significar apenas a maior aspiração do ser humano, afirmar que "Jesus é Deus" equivale apenas a dizer que a pessoa de Jesus é o ideal de toda a raça humana; porém, para a fé cristã, "Jesus é idêntico, em sua natureza, ao Criador e Regente do Universo." (página 95).

A aceitação do Cristo pregado pela igreja liberal nos dá um Jesus visto como um bom mestre, mas apenas isso; porém, a aceitação do Jesus sobrenatural apresentado nos Evangelhos e pregado ao longo dos séculos pela Igreja cristã nos dá "um salvador, que veio voluntariamente a esse mundo para a nossa salvação, que sofreu na cruz por nossos pecados, ressuscitou dos mortos pelo poder de Deus, e vive eternamente para interceder por nós." (página 94). 

"A diferença entre esses dois pontos de vista é a diferença entre duas religiões totalmente distintas. Já é hora de enfrentar esta questão; já é hora de abandonar o uso enganoso de frases tradicionais, e de as pessoas falarem o que realmente pensam. Devemos aceitar o Jesus do Novo Testamento como nosso salvador, ou devemos rejeitá-lo com a igreja liberal?" (página 94)

(*) MACHEN, John Greshan "Cristianismo e Liberalismo" - Shedd Publicações - tradução Caio Cesar Dias Peres - 1ª edição - 2012





domingo, 14 de outubro de 2018

Serie de estudios "Cristianismo y Liberalismo" - parte 6



por:
José Augusto de Oliveira Maia
14.10.2018


INTRODUCCIÓN

En la última parte de nuestro estudio, estudiamos la importancia de la confrontación entre las enseñanzas del Liberalismo Teológico y las doctrinas cristianas fundamentales, afirmando que "la actuación del Espíritu Santo honrará la fiel proclamación de la Palabra de Dios, trayendo pecadores al arrepentimiento."; la importancia de la Biblia como Palabra de Dios en oposición al engaño del Liberalismo Teológico es el tema del presente estudio.

LAS DOS REVELACIONES DE DIOS

Encontramos en la Biblia dos tipos de revelación: la revelación natural y la revelación especial.

La revelación natural, a través de la cual Dios se hace conocido en toda su creación, es presentada por el apóstol Pablo al inicio de su carta dirigida a los cristianos de Roma (Romanos 1:18 - 20; compare con Amós 4:13); también tenemos el texto de los Salmos: "Los cielos proclaman la gloria de Dios, y el firmamento anuncia las obras de sus manos." (Salmo 19:1). Así, la revelación natural de Dios está presente en su Creación, en la que podemos conocer algo de "Su eterno poder y su naturaleza divina".

Sin embargo, afirma nuestro autor, "la Biblia también contiene el relato de una revelación absolutamente nueva. Esta nueva revelación se refiere al modo en que los pecadores pueden entrar en comunión con el Dios vivo. El camino se ha abierto, según la Biblia, por una acción de Dios, cuando fuera de los muros de Jerusalén, hace casi dos mil años, el Hijo eterno fue ofrecido como sacrificio por los pecados de los hombres. El Antiguo Testamento mira por anticipado para ese gran acontecimiento, y sobre ese único acontecimiento, todo el Nuevo Testamento encuentra su centro; por lo tanto, la salvación, en la Biblia, no es algo que ha sido descubierto, sino algo que sucedió. Ahí reside el aspecto incomparable de la Biblia. Todas las ideas del Cristianismo podrían encontrarse en alguna religión diferente, pero no habría el Cristianismo en esa otra religión, pues el Cristianismo no depende de un compendio de ideas, sino de la narración de un evento. Sin este acontecimiento, de acuerdo con el Cristianismo, el mundo es totalmente oscuro, y la humanidad está perdida bajo la culpa del pecado. No puede existir salvación por el descubrimiento de la verdad eterna, pues la verdad no trae nada a no ser desesperación, a causa del pecado. Sin embargo, algo nuevo fue introducido en la vida, por medio de aquella gran bendición que sucedió, cuando Dios ofreció a su único Hijo." (páginas 63 y 64).

El Liberalismo Teológico (LT), sin embargo, se opone a esa perspectiva del contenido bíblico, criticando la dependencia de nuestra salvación en relación a un evento tan antiguo; "La salvación tiene que esperar hasta que estos relatos sean bien analizados (...) En vez de eso, ¿no podemos encontrar una salvación que es independiente de la historia, una salvación que depende sólo de lo que tenemos aquí y ahora?" (página 64).

Esta objeción ignora la evidencia del Evangelio en la experiencia cristiana; "La salvación realmente depende de lo que sucedió hace mucho tiempo, pero ese acontecimiento hace mucho tiempo tiene efectos que continúan hasta hoy. Se nos dice, en el Nuevo Testamento, que Jesús se ofreció como sacrificio por los pecados de aquellos que creían en él. Es el relato de un acontecimiento pasado, pero podemos experimentarlo hoy, y al experimentarlo, descubrimos que es verdad. En el Nuevo Testamento, nos dijo en una mañana, hace mucho tiempo, Jesús resucitó de los muertos. Una vez más, ese es el relato de un acontecimiento pasado. Una vez más, podemos experimentarlo hoy, y al hacerlo, descubriremos que Jesús realmente es un salvador vivo hoy." (página 64).

El error del LT es entender y enseñar que la experiencia cristiana individual es todo lo que necesitamos hoy; "¿Tener una experiencia presente de Cristo en el corazón, dicen, no debería ser defendido, no importa lo que la historia nos dice sobre los acontecimientos de la primera mañana de la Pascua? ¿No deberíamos hacernos totalmente independientes de los resultados del estudio bíblico crítico? No importa el tipo de hombre la historia nos dice que Jesús de Nazaret fue, no importa lo que la historia nos diga sobre el real significado de su muerte, o sobre la historia de su supuesta resurrección, ¿no deberíamos seguir experimentando la presencia de Cristo en nuestras almas?" (página 65).

Sin embargo, Machen advierte que esta experiencia puede incluso ser religiosa, pero no es una experiencia cristiana; "la experiencia cristiana depende totalmente de un acontecimiento. El cristiano se habla a sí mismo: "Yo medité sobre el problema de cómo permanecer justo ante Dios, intenté producir una justicia que prevalecerá delante de él; sin embargo, cuando oí el mensaje del Evangelio, aprendí que lo que he luchado para conquistar en mi debilidad, ha sido conquistado por el Señor Jesucristo, cuando murió por mí en la cruz, y completó su obra redentora por la gloriosa resurrección. Si la salvación aún no se ha realizado, si sólo tengo una vacante idea de lo que fue conquistado, entonces yo soy el más miserable de todos los hombres, pues aún estoy bajo mis pecados; así que mi vida cristiana depende totalmente de la verdad del relato del Nuevo Testamento." (página 65).

La experiencia cristiana sólo es válida si ayuda a convencerse de la veracidad de los relatos del Nuevo Testamento; pero si cortamos sus vínculos con la narrativa del Evangelio, la experiencia cristiana por sí sola no se sustenta.

INSPIRACIÓN PLENA vs. DICTADO MECÁNICO

Con el objetivo de debilitar la autoridad de la Biblia como Palabra de Dios, la predicación liberal ataca la doctrina de la inspiración como una inspiración mecánica.

Pero la doctrina cristiana de la inspiración plena de las Escrituras defiende:

* que la individualidad de los autores humanos es preservada

* que los autores humanos hicieron uso de medios comunes para obtener información para escribir sus narrativas (Lucas 1: 1 - 4)

* que se considere el contexto histórico en que cada libro fue producido

Estos aspectos de la doctrina de la inspiración plena de las Escrituras están en franca oposición al concepto de una inspiración mecánica.

Por su parte, el LT sustituye la doctrina de la inspiración plena de la Biblia y su autoridad por una aparente elección por la exclusiva autoridad de las palabras de Jesús en los Evangelios, despreciando la enseñanza contenida en las epístolas.

Sin embargo, las palabras de Jesús preservadas en el Evangelio apuntan "hacia adelante, hacia una más completa revelación, que debería ser dada posteriormente, por sus apóstoles." (página 69) (véase Juan 15:26; 16:7-15); estas palabras de Jesús, dando autoridad a los textos apostólicos, ofenden a los liberales pues ponen en jaque sus ideas preconcebidas.

El LT rechaza el propósito de vida de Jesús revelado en las Escrituras - dar su vida en rescate de muchos (Marcos 10:45) - y en su lugar, colocan "elementos en la enseñanza de Jesús - aislados y mal interpretados - que acaban concordando con los preceptos modernos." (página 70); así, la verdadera autoridad aceptada por el LT son sus propios conceptos, que eligen como válidas sólo las palabras de Jesús que concuerdan con ellos.

Mientras el cristiano encuentra en la Biblia la Palabra de Dios como autoridad sobre su vida, la verdadera autoridad para el LT son sus propios principios. "No es una gran sorpresa el hecho de que el liberalismo sea totalmente diferente del cristianismo, pues la fundación es diferente. El cristianismo está fundamentado en la Biblia, se basa en la Biblia tanto en su pensamiento como en su vida. El liberalismo, por otro lado, es fundamentado en las variables emociones del hombre pecaminoso." (página 70).



domingo, 15 de julho de 2018

Série de estudos "Cristianismo e Liberalismo" - 6ª parte



por:
José Augusto de Oliveira Maia
09.07.2018


INTRODUÇÃO

Encerramos a 5ª parte de nosso estudo(*), na qual estudamos a importância da confrontação entre os ensinos do Liberalismo Teológico e as doutrinas cristãs fundamentais, afirmando que "a atuação do Espírito Santo honrará a fiel proclamação da Palavra de Deus, trazendo pecadores ao arrependimento."; a importância da Bíblia como Palavra de Deus em oposição ao engano do Liberalismo Teológico é o tema do presente estudo.

AS DUAS REVELAÇÕES DE DEUS

Encontramos na Bíblia dois tipos de revelação: a revelação natural e a revelação especial.

A revelação natural, através da qual Deus se faz conhecido em toda Sua Criação, é apresentada pelo apóstolo Paulo no início de sua carta endereçada aos cristãos de Roma (Romanos 1:18 - 20; compare com Amós 4:13); ainda exemplificando a revelação natural, temos o texto dos Salmos: "Os céus proclamam a glória de Deus, e o firmamento anuncia as obras das suas mãos." (Salmo 19:1). Assim, a revelação natural de Deus está presente em Sua Criação, na qual podemos conhecer algo de "Seu eterno poder e Sua natureza divina".

Porém, afirma nosso autor, "a Bíblia também contém o relato de uma revelação absolutamente nova. Essa nova revelação diz respeito ao modo pelo qual pecadores podem entrar em comunhão com o Deus vivo. O caminho foi aberto, de acordo com a Bíblia, por uma ação de Deus, quando fora dos muros de Jerusalém, há quase dois mil anos, o Filho eterno foi oferecido como sacrifício pelos pecados dos homens. O Antigo Testamento olha antecipadamente para esse grande evento, e sobre esse único evento, todo o Novo Testamento encontra seu centro e cerne. Portanto, a salvação, na Bíblia, não é algo que foi descoberto, mas algo que aconteceu. Aí reside o aspecto incomparável da Bíblia. Todas as ideias do Cristianismo poderiam ser encontradas em alguma religião diferente, e ainda assim não haveria o Cristianismo nessa outra religião, pois o Cristianismo não depende de um compêndio de ideias, e sim da narração de um evento. Sem esse evento, de acordo com o Cristianismo, o mundo é totalmente escuro, e a Humanidade está perdida debaixo da culpa do pecado. Não pode existir salvação pela descoberta da verdade eterna, pois a verdade não traz nada a não ser desespero, por causa do pecado. No entanto, algo novo foi introduzido na vida, por meio daquela grande benção que aconteceu, quando Deus ofereceu seu único Filho." (páginas 63 e 64).

O Liberalismo Teológico (LT), porém, opõe-se a essa perspectiva do conteúdo bíblico, criticando a dependência de nossa salvação em relação a um evento tão antigo; "A salvação tem que esperar até que estes relatos sejam bem analisados? (...) Em vez disso, não podemos achar uma salvação que é independente da história, uma salvação que depende somente daquilo que temos aqui e agora?" (página 64).

Tal objeção ignora a evidência do Evangelho na experiência cristã; "A salvação realmente depende do que aconteceu muito tempo atrás, mas esse evento de muito tempo atrás tem efeitos que continuam até hoje. É-nos dito, no Novo Testamento, que Jesus se ofereceu como sacrifício pelos pecados daqueles que iriam crer nele. Esse é o relato de um evento passado. Porém, podemos experimentá-lo hoje, e ao experimentá-lo, descobrimos que é verdadeiro. É-nos dito, no Novo Testamento, que em certa manhã, muito tempo atrás, Jesus ressuscitou dos mortos. Mais uma vez, esse é o relato de um evento passado. Mais uma vez, podemos experimentá-lo hoje, e ao fazê-lo, descobriremos que Jesus realmente é um salvador vivo hoje." (página 64).

O erro do LT é entender e ensinar que a experiência cristã individual é tudo de que necessitamos hoje; "Ter uma experiência presente de Cristo no coração, dizem, não deveria ser defendido, não importa o que a História nos diz sobre os acontecimentos da primeira manhã da páscoa? Não deveríamos nos fazer totalmente independentes dos resultados do estudo bíblico crítico? Não importa que tipo de homem a História nos diga que Jesus de Nazaré foi, não importa o que a História nos diga sobre o real significado de sua morte, ou sobre a história de sua suposta ressurreição, não deveríamos continuar experimentando a presença de Cristo em nossas almas?" (página 65).

Contudo, Machen adverte que esta experiência pode até ser religiosa, mas não é uma experiência cristã; "a experiência cristã depende totalmente de um evento. O cristão fala a si mesmo: 'Eu meditei sobre o problema de como permanecer justo diante de Deus, tentei produzir uma justiça que prevalecerá diante dele; no entanto, quando ouvi a mensagem do Evangelho, aprendi que o que eu lutei para conquistar na minha fraqueza, já foi conquistado pelo Senhor Jesus Cristo, quando ele morreu por mim na cruz, e completou sua obra redentora pela gloriosa ressurreição. Se a salvação ainda não foi realizada, se somente tenho uma vaga ideia do que foi conquistado, então eu sou o mais miserável de todos os homens, pois ainda estou sob meus pecados. Portanto, minha vida cristã depende totalmente da verdade do relato do Novo Testamento'." (página 65).

A experiência cristã só é válida se ajuda a nos convencer da veracidade dos relatos do Novo Testamento; porém, se cortarmos seus vínculos com a narrativa do Evangelho, a experiência cristã por si só não se sustenta.

INSPIRAÇÃO PLENA x DITADO MECÂNICO

Com o objetivo de enfraquecer a autoridade da Bíblia como Palavra de Deus, a pregação liberal ataca a doutrina da inspiração como sendo uma inspiração mecânica.

Porém, a doutrina cristã da inspiração plena das Escrituras defende:

* que a individualidade dos autores humanos é preservada

* que os autores humanos fizeram uso de meios comuns a fim de obter informações para escrever suas narrativas (Lucas 1:1 - 4)

* que seja considerado o contexto histórico em que cada livro foi produzido

Estes aspectos da doutrina da inspiração plena das Escrituras estão em franca oposição ao conceito de uma inspiração mecânica
(1).

Por sua vez, o L. T. substitui a doutrina da inspiração plena da Bíblia e sua autoridade por uma aparente escolha pela exclusiva autoridade das falas de Jesus nos Evangelhos, desprezando o ensino contido nas epístolas.

No entanto, as palavras de Jesus preservadas no Evangelho apontam "para a frente, para uma mais completa revelação, que deveria ser dada posteriormente, pelos seus apóstolos." (página 69) (veja João 15:26; 16:7 - 15); tais palavras de Jesus, dando autoridade aos textos apostólicos, ofendem os liberais pois colocam em xeque suas ideias pré-concebidas.

O LT rejeita o propósito de vida de Jesus revelado nas Escrituras - dar Sua vida em resgate de muitos (Marcos 10:45) - e em seu lugar, colocam "elementos no ensino de Jesus - isolados e mal-interpretados - que acabam concordando com os preceitos modernos." (página 70); assim, a verdadeira autoridade aceita pelo LT são seus próprios conceitos, que escolhem como válidas apenas as falas de Jesus que concordam com eles.

Enquanto o cristão encontra na Bíblia a Palavra de Deus como autoridade sobre sua vida, a verdadeira autoridade para o LT são seus próprios princípios. "Não é uma grande surpresa o fato de o Liberalismo ser totalmente diferente do Cristianismo, pois a fundação é diferente. O Cristianismo é fundamentado na Bíblia, baseia-se na Bíblia tanto em seu pensamento como em sua vida. O Liberalismo, por outro lado, é fundamentado nas variáveis emoções do Homem pecaminoso." (página 70).

(*) MACHEN, John Greshan "Cristianismo e Liberalismo" - Shedd Publicações - tradução Caio Cesar Dias Peres - 1ª edição - 2012

(1) acerca da doutrina da inspiração das Escrituras, veja o excelente texto de WARFIELD, B. B. "A inspiração e autoridade da Bíblia", Editora Cultura Cristã, 1ª edição, 2010, páginas 106 a 134; e também STOTT, John "Homens com uma mensagem", Editora Cristã Unida, 1996, páginas 7 e 10

domingo, 13 de maio de 2018

Serie de estudios "Cristianismo y Liberalismo" - parte 5



por:
José Augusto de Oliveira Maia
20.01.2018


INTRODUCCIÓN

En nuestro último estudio, encontramos al autor defendiendo la importancia de la doctrina y de su enseñanza para el cristianismo, desde los tiempos apostólicos, contrariando el indiferentismo doctrinal predicado por el liberalismo teológico (LT); sobre la definición de doctrina, Machen afirma que "el establecimiento del evento, con su significado, era una doctrina" (página 30); así, él demonstra que el repudio a la doctrina no era un repudio a la Reforma del siglo XVI tan sólo, sino que era el rechazo de la enseñanza más fundamental dejada por Cristo y sus apóstoles.

Y entonces tenemos la propuesta de analizar las enseñanzas del LT en comparación a la doctrina cristiana, demostrando la distancia insuperable entre la fe predicada por cada uno de ellos.

DIOS Y EL HOMBRE

En la base del mensaje del Evangelio, hay dos doctrinas fundamentales: la doctrina sobre Dios y la doctrina sobre el Hombre; y sobre estas dos doctrinas, cristianismo y liberalismo se sitúan en campos opuestos.



El LT dice que el conocimiento de Dios no es necesario a la fe, y que la teología contribuye negativamente a la religión; en lugar de conocer a Dios, nuestra preocupación debería ser sólo sentir su presencia.

En respuesta a esto, Machen opone la propia realidad de las relaciones humanas; el afecto que nutrimos por un amigo se basa en todo lo que conocemos sobre él, informaciones que quedan en nuestra memoria; "(...) si el afecto humano es tan dependiente de conocimiento, ¿por qué sería diferente con la suprema relación personal que es la base de la religión? ¿Por qué deberíamos quedar indignados cuando nuestros amigos son difamados mientras, al mismo tiempo, debemos permanecer quietos cuando Dios sufre las peores difamaciones? Ciertamente, hace toda la diferencia lo que pensamos sobre Dios; el conocimiento de Dios es la base misma de la religión." (páginas 51, 52).

Así, se parte inmediatamente para la siguiente pregunta, que es: ¿cómo podemos conocer a Dios?

Para los predicadores liberales al tiempo de Machen, todo el conocimiento de Dios viene sólo a través de Jesús; pero, aunque parezca una afirmación correcta y cristiana, se queda por debajo de la realidad que encontramos en el Evangelio; "Porque Jesús mismo, claramente, reconoció la validez de otras maneras de conocer a Dios, y al rechazar esas otras maneras estamos rechazando lo que está en el centro de su vida." (página 52); tres ejemplos sobre esto aquí nos bastan:


a) Jesús veía la mano de Dios en la provisión de toda su creación (Mateo 6:25 - 34)

b) Jesús encontraba reflejos de Dios en la ley moral presente en el corazón humano (Lucas 13:10 - 17)

c) Jesús encontraba a Dios revelado en las Escrituras del Antiguo Testamento, citando algunos pasajes (Mateo 4:4, 7, 10, Lucas 4:14 - 21, 19:46)

Así, según Machen expresó en su libro, "Decir que la revelación de Dios era inválida, o que es inútil para nosotros hoy, es lo mismo que despreciar las cosas más cercanas a la mente y al corazón de Jesús." (página 52).

Mismo estando presente en la persona de Jesús, el conocimiento de Dios necesariamente antecede a esa revelación específica de Dios; "simplemente decir que 'Jesús es Dios' no tiene sentido, a menos que la palabra 'Dios' tenga un significado antecedente acoplado a ella. Y el acoplamiento de un significado a la palabra 'Dios' es posible por los medios que acabaron de ser mencionados (...) los discípulos a quienes Jesús se dirigía ya tenían un concepto bien definido de Dios, el conocimiento del Ser Supremo estaba presupuestado en todo lo que Jesús dijo. Sin embargo, los discípulos no querían solamente un conocimiento de Dios, ellos también querían un contacto personal. Y ese contacto se produjo por medio de Jesús, que reveló de manera magníficamente personal el carácter de Dios, pero esa revelación sólo obtuvo su verdadero significado sobre la base de la herencia del Antiguo Testamento y de la propia enseñanza de Jesús ". (página 52, 53); ver Juan 14:8 - 11.

En contra de la afirmación de los liberales de que el conocimiento de Dios debe ser práctico y no teórico, Machen argumenta que no hay como construir una relación y un conocimiento práctico sobre Dios sin el conocimiento teórico, basado en la revelación de Dios (y nuevamente aquí vemos la  importancia de la doctrina); en otras palabras, cómo construir un conocimiento práctico de Dios sin el conocimiento de lo que Él reveló sobre sí mismo?

"Lo que se quiere decir con el conocimiento 'práctico' de Dios, en el habla moderna, no es un conocimiento de Dios, que es tanto teórico como práctico, sino un conocimiento práctico que no es teórico - en otras palabras, un conocimiento que no da ninguna información sobre la realidad objetiva, un conocimiento que no es conocimiento de ninguna manera (...) La relación de Jesús con su Padre celestial no era una relación con una bondad vaga e impersonal, no era una relación con una apariencia de forma personal y simbólica, por el contrario, era una relación con una persona real cuya existencia era tan definida, y tan sujeta al conocimiento teórico objetivo, como la existencia de los lirios de los campos vestidos por Dios. (página 53).

EL CONCEPTO LIBERAL DE DIOS COMO PADRE

Buscando el conocimiento "práctico" de Dios, los predicadores liberales destacan de forma indebida el concepto de Dios como Padre; aunque presente en las enseñanzas de Jesús sobre Dios, la enseñanza liberal distorsiona el foco de la enseñanza sobre la paternidad de Dios traído por Jesús; "No estamos interesados, dicen, en muchas cosas por las cuales los hombres han dado sus vidas anteriormente, no estamos interesados en la teología de los credos, no estamos interesados en las doctrinas del pecado y de la salvación, no estamos interesados en la expiación por medio de la sangre de Cristo; para nosotros es suficiente la simple verdad de la paternidad de Dios, y su concepto consecuente, la hermandad de los hombres. Podemos no ser muy ortodoxos de acuerdo con la teología, siguen diciendo, pero es claro que ustedes nos reconocéis como cristianos, pues aceptamos la enseñanza de Jesús sobre Dios Padre." (página 55).

Sin embargo, Machen refuta la enseñanza liberal sobre la paternidad de Dios:

* tal enseñanza no está presente en la parábola del hijo pródigo (Lucas 15); con certeza, aquellos publicanos y pecadores que estaban presentes oyendo esta parábola formaban parte de Israel, y en este sentido, podrían ser vistos como hijos de Dios; además, la parábola termina con la redención del hijo pródigo sólo después del arrepentimiento, lo que implica una condicionante para su redención

* también no está presente en el sermón del monte, en el cual Dios es presentado como cuidador de todos (Mateo 5:44,45), hasta de aquellos que lo rechazan, pero no como Padre de todos; "En realidad, casi se podría decir que el punto central del pasaje depende del hecho de que él no es el Padre de todos. Él cuida incluso de aquellos que no son sus hijos, sino sus enemigos, por lo tanto, sus hijos, los discípulos de Jesús , deben imitarlo al amar incluso a aquellos que no son sus hermanos, sino a sus perseguidores. La doctrina moderna de la paternidad universal de Dios no puede encontrarse en las enseñanzas de Jesús. (página 56)

* en el resto del Nuevo Testamento, "Aquí y allá, la terminología de paternidad y filiación se utiliza para describir esta relación general, pero estas ocurrencias son extremadamente raras. Generalmente, el alto término 'Padre' se utiliza para describir una relación de un tipo mucho más íntimo, la relación en la que Dios se mantiene en compañía de los redimidos." (página 57)

DIOS Y EL HOMBRE EN EL LIBERALISMO MODERNO


El concepto liberal sobre la persona de Dios no sólo difiere de la doctrina cristiana sobre la paternidad de Dios; la trascendencia de Dios, presente en las Sagradas Escrituras, es negada por el L. T..


"De portada la portada, la Biblia tiene el interés de establecer la gran distancia que separa a la criatura del Creador. Obviamente  es verdad, de acuerdo con la Biblia, que Dios es inmanente al mundo. Ningún gorrión cae en tierra sin su consentimiento. Pero Dios no es inmanente al mundo por estar identificado con él, sino por qué es su libre Creador y Sustentador. Entre la criatura y el Creador existe una gran distancia.

En el liberalismo moderno, por otro lado, esa distinción tan aguda entre Dios y el mundo es totalmente destruida, y el nombre 'Dios' se aplica en el propio proceso natural. Nos encontramos en medio de un gran proceso que se manifiesta en lo que es extremadamente pequeño y en lo que es extraordinariamente grande - en la microscópica vida revelada a través del microscopio y en los vastos movimientos de esferas celestiales. A ese proceso natural del que nosotros formamos parte, aplicamos el temible nombre 'Dios'. De esta forma, por lo tanto, Dios no es una persona distinta de nosotros; por el contrario, nuestra vida es una parte de su vida. Así, la historia de la encarnación, según el liberalismo moderno, a veces se piensa como un símbolo de una verdad general, de que el Hombre, en su nivel más elevado, es uno con Dios. 



Es interesante cómo la representación de las cosas puede ser considerada algo nuevo, pues la realidad es que el panteísmo es un fenómeno bastante antiguo. Él siempre estuvo con nosotros para arruinar la vida religiosa del Hombre. El liberalismo moderno tiene características de una visión panteísta del mundo, aunque no de manera consistente panteísta. Su tendencia es deshacer, en todas partes, de la separación existente entre Dios y el mundo, y la precisa distinción personal entre Dios y el Hombre. Incluso el pecado del Hombre, por la lógica de esa visión, debe ser considerado como parte de la vida de Dios. Muy diferente es el Dios vivo y santo de la Biblia y de la fe cristiana." (Páginas 58 y 59).



LA NEGACIÓN DEL PECADO POR EL LIBERALISMO TEOLÓGICO


De acuerdo con nuestro autor, "El liberalismo moderno ha perdido todo el sentido de distancia que separa a la criatura del Creador; su doctrina sobre el Hombre fluye naturalmente de su doctrina sobre Dios. Y no son solo las limitaciones de la Humanidad, como criatura, que son negadas. Aún más importante es otra diferencia. De acuerdo con la Biblia, el Hombre es un pecador bajo la justa condena de Dios; de acuerdo con el liberalismo moderno, no existe algo como el pecado. En la raíz del movimiento liberal moderno está la pérdida de la conciencia del pecado." (Página 59).


Así, la distinción cristiana entre la criatura, Hombre, y el Creador, Dios, fue siendo abandonada por el LT, alegando la existencia de una bondad natural en el ser humano, en la cual todos debían confiar; y como fruto de este proceso, la pecaminosidad humana y sus consecuencias fueron negadas; Machen pasa entonces a analizar el proceso de remoción de la conciencia de pecado.


"¿Qué se produjo con esa satisfacción en la bondad humana? ¿Qué sucedió con la conciencia del pecado? Definitivamente la conciencia del pecado acabó, pero ¿qué la quitó de los corazones de las personas?" (página 59).



* En primer lugar, Machen cita el abandono de la cosmovisión cristiana, siendo sustituida en la segunda mitad del siglo XIX por una cosmovisión pagana; "El paganismo es aquella cosmovisión que encuentra el objetivo más elevado para la existencia humana en el desarrollo de sanas, armoniosas y deleitosas habilidades ya existentes; pero, muy diferente es el ideal cristiano. El paganismo es optimista en cuanto a la inmaculable naturaleza humana, mientras que el cristianismo es la religión del corazón arrepentido." (página 60)


* en respuesta a esta situación, el escritor presenta los fundamentos del mensaje del Evangelio sobre los cuales se construye la fe cristiana; (...) Cristianismo significa que el pecado es enfrentado de una vez por todas, y lanzado eternamente, por la gracia de Dios, en las profundidades del mar. El problema del paganismo de la Grecia antigua, así como del paganismo de los tiempos modernos, no estaba en sus construcciones, pues eran gloriosas, pero en su fundación, que era podrida. Había siempre algo a ser encubierto; el entusiasmo del arquitecto era mantenido, solamente, por la ignorancia de la incómoda existencia del pecado. En el cristianismo, por otro lado, nada necesita ser encubierto. La existencia del pecado es enfrentada directamente de una vez por todas por la gracia de Dios. Entonces, después de que el pecado haya sido removido por la gracia de Dios, el cristiano puede caminar en la búsqueda de desarrollar jubilosamente todas las habilidades que Dios le dio. Así es que el humanismo cristiano es tan elevado - un humanismo fundamentado no en el orgullo humano, sino en la gracia divina. Aunque el cristianismo no termine con el corazón arrepentido, comienza con la conciencia del pecado. Sin la conciencia del pecado, todo el Evangelio será visto como una historia inútil." (Página 61).


Así, Machen rescata la importancia de la predicación tanto de la Ley de Dios y del Evangelio, de modo a llamar a los hombres al arrepentimiento, y presentar a la humanidad la salvación en Cristo.



"Si la conciencia del pecado debe ser producida, la ley de Dios debe ser proclamada en la vida de los cristianos, por medio de palabras. Es inútil el predicador lanzar fuego y brasas del púlpito, si al mismo tiempo las personas asentadas en los bancos de la iglesia no toman el pecado en serio, y se mantengan satisfechas con los patrones morales del mundo. Aquellos que están en la iglesia deben hacer su parte, y proclamar la ley de Dios a través de sus vidas, a fin de que los secretos de los corazones de las personas sean revelados". (páginas 61 y 62)



La predicación de la Ley de Dios debe denunciar el pecado, así como la predicación sobre la gracia divina debe proclamar la salvación de Dios para el Hombre; la actuación del Espíritu Santo honrará la fiel proclamación de la Palabra de Dios, trayendo pecadores al arrepentimiento.



Y es justamente en este punto que Machen dará secuencia a su libro, con las doctrinas cristianas sobre la Palabra de Dios, la Biblia, tema de nuestro próximo estudio.