UBE Blogs

UBE Blogs

sexta-feira, 20 de setembro de 2019

A rebelião de Satanás no céu



por:
José Augusto de Oliveira Maia
20/09/2019


"Satanás para tirar os anjos do céu fez eles enxergarem defeitos no céu, para ele tirar você da igreja fará você ver defeitos na igreja."

Essa frase, que li outro dia no Facebook, possui duas afirmações; uma delas, verdadeira e muito importante; a outra, biblicamente falsa; embora a falsidade de uma não invalide a verdade de outra, sua falsidade semeia perigosos erros em relação às doutrinas da Palavra de Deus, a Bíblia.

A IMPORTÂNCIA DA COMUNHÃO CRISTÃ E BÍBLICA

Sim, é verdade que Satanás quer nos afastar do caminho da salvação, Jesus Cristo; sim, é verdade que um dos meios para fazer isso é afastar a pessoa da Igreja, fazendo-a ver defeitos na comunidade local, alguns bem reais, outros apenas imaginários...

Sim, a Palavra de Deus, a Bíblia, nos exorta a permanecermos em comunhão com uma comunidade local de pessoas fiéis ao Senhor Jesus, como forma de nos fortalecermos mutuamente na fé em Deus e em Seu Filho, Jesus Cristo (Hebreus 10:24, 25); por isso, o amor fraternal, a tolerância com as diferenças que não conduzam à rebelião contra Deus, e a prontidão no socorro e nas orações uns pelos outros devem estar sempre presentes entre nós (João 13:34,35; Romanos 12:10; Efésios 4:25 - 32; I Pedro 4:8 - 10).

A REBELIÃO DE SATANÁS NO CÉU

Não, em hipótese alguma Satanás fez qualquer tipo de campanha para que os anjos cansassem do céu e quisessem sair de lá; "Vamos embora, vamos sair daqui, deve haver um lugar melhor para vivermos"; não, a Palavra de Deus não ensina isso.

O que a Palavra de Deus nos ensina é que Satanás se rebelou contra Deus, buscando fazer-lhe oposição e ser igual a Deus (Apocalipse 12:7 - 9; confira também II Tessalonicenses 2:3 - 9); foi neste mesmo sentido a tentação da serpente contra Eva no Jardim do Édem (Gênesis 3:4, 5), e a tentação contra Jesus (Mateus 4:8, 9); nesta mesma direção segue a sentença do profeta Isaías contra o rei da Babilônia [possivelmente Sargão II, morto em 705 a. C., conforme F. F. Bruce](1); e, conforme J. Ridderbos, citando Isaías 14:14, "mediante a sua autodeificação, o rei da Babilônia é imitador do diabo e um tipo de anticristo; portanto, a sua humilhação é um exemplo da queda de Satanás da posição de poder que ele usurpou."(2)

CUIDADO COM OS ERROS!!!

A errônea afirmação que Satanás queria tirar os anjos do céu implica em pelo menos dois ensinamentos falsos:

* compreender que não era desejo de Satanás permanecer no céu; pelo contrário: seu pensamento e suas intenções estão em oposição a Deus, querendo para si uma glória e uma posição que não lhe pertencem; frustrado nesse objetivo, Satanás tenta os seres humanos a cair na mesma rebelião contra Deus e no mesmo erro que motivou sua expulsão do céu.

* compreender que a saída de Satanás e dos anjos que o seguiram do céu foi voluntária; nada mais falso; a verdadeira causa de sua saída do céu foi sua rebelião contra Deus, e sua consequente expulsão pelos exércitos celestiais.

Cuidado com as frases aparentemente cheias de espiritualidade; nosso pensamento deve ser levado cativo à obediência a Cristo, segundo as Escrituras Sagradas (II Coríntios 10:5).

Que Deus nos abençoe! Soli Deo gloria!!
_______________
(1) - BRUCE, F. F. "Comentário Bíblico NVI" - Ed. Vida Acadêmica - trad. Valdemar Kroker - 2ª edição, 2012 - página 705

(2) - RIDDERBOS, J. "Isaías - introdução e comentário" - Ed. Vida Nova - trad. Adiel Almeida de Oliveira - 2ª edição, 1995; reimpressão, 2011 - página 149


quinta-feira, 8 de agosto de 2019

Serie de estudios "Cristianismo y Liberalismo" - parte 9 y última


por:
José Augusto de Oliveira Maia
20.06.2019


En el penúltimo estudio de esta serie, Machen(1) contrasta la doctrina cristiana sobre la salvación de las almas con las enseñanzas liberales sobre el tema; mientras que los teólogos y pastores liberales enseñan confianza en la capacidad humana para construir un mundo mejor al reducir el sacrificio de Cristo a un mero buen ejemplo, la predicación cristiana proclama la muerte de Cristo como el sacrificio por la redención de la humanidad, por el cual el amor de Dios, el Padre, por la humanidad realiza su justicia sobre la persona de Dios, el Hijo, pagándose el precio requerido para nuestra reconciliación con Dios.

En este último estudio, analizaremos las dificultades que enfrentan los cristianos contra la invasión de las iglesias por parte de los liberales, y los riesgos que esto nos trae hasta el día de hoy.

LIBERALISMO TEOLÓGICO - DEL SEMINARIO PARA EL PÚLPITO

Los principios liberales presentados en la primera parte de nuestra serie - a) rechazo de la autoridad de la Biblia como la Palabra de Dios; b) la inmanencia de Dios en el individuo humano; c) la paternidad universal de Dios; d) negación del nacimiento virginal de Cristo, sus milagros y su resurrección corporal; e) escatología que se cumple en la evolución del hombre hasta la salvación de la sociedad, negando el juicio sobre la creación como se enseña en el Apocalipsis de Juan -  se desarrollaron a lo largo del siglo XIX e invadieron seminarios teológicos a principios de siglo XX; varios pastores entrenados en estos seminarios llevaron sus enseñanzas a los púlpitos de sus iglesias mientras trabajaban para excluir a los cristianos ortodoxos, o como se les llamaba, fundamentalistas, de su dirección; el material de la Escuela Dominical se formó de acuerdo con los conceptos de evolución humana y educación religiosa sobre la base de principios liberales, de modo que la formación cristiana, no la conversión a Cristo, era la base de la vida de los futuros miembros de la iglesia(2).

Este es precisamente el punto, y sus consecuencias negativas para el Reino de Dios, la causa del Evangelio de Cristo y la Iglesia de Cristo y las denominaciones cristianas, que Machen aborda en el último capítulo de su libro.

LA PATERNIDAD DE DIOS Y LA HERMANDAD CRISTIANA

Este es un punto fundamental sobre el cual los cristianos y los liberales no pueden ponerse de acuerdo; mientras que el liberalismo teológico (LT), basado en principios humanistas y de iluminación, afirma que todos somos hermanos e hijos de Dios, el cristianismo basado en la Biblia reconoce la dependencia humana de un Creador y la realidad de la misma naturaleza común a todos los Hombres; pero el sentido de hermandad cristiana y la paternidad de Dios es exclusivo de los convertidos a Cristo (Juan 1:10 - 13; 20:31).

Por lo tanto, al contrario del LT, cuya esperanza se basa en la mejora humana en el tratamiento de los asuntos terrenales, el cristianismo pone su esperanza en el nuevo nacimiento, creando un nuevo ser y una nueva hermandad (Juan 3: 3).

CRISTIANOS, LIBERALES Y LA IGLESIA LOCAL

Machen define la iglesia local, institucional y visible como la expresión humana de la iglesia de Cristo, la verdadera compañía de los redimidos; "La iglesia invisible, la verdadera compañía de los redimidos, encuentra su expresión en el compañerismo de los cristianos que constituyen la iglesia visible hoy". (pág. 134); sin embargo, a principios del siglo XX, la comunidad cristiana local / denominacional se había debilitado al aceptar falsos cristianos no solo como miembros, "sino también en el ministerio de la iglesia, y cada vez más se les ha permitido dominar los consejos y determinar sus enseñanzas. La gran amenaza para la iglesia hoy no proviene de sus enemigos externos, sino de sus enemigos internos; proviene de la presencia dentro de la iglesia de personas cuya fe y práctica son completamente anticristianas." (pág. 135).

Hasta este punto en nuestro estudio, se ha demostrado que el cristianismo y el liberalismo no son lo mismo, y como Machen afirmó en su tiempo, "es muy indeseable que el liberalismo y el cristianismo se sigan propagando dentro de los límites de la misma organización. La separación de las dos partes dentro de la iglesia es la necesidad más urgente de este momento." (pág. 135).

La unión buscada por los liberales dentro de la misma iglesia con sus miembros cristianos se basa en ideas frágiles y vulnerables; mientras que los liberales dicen: "Unámonos en la misma congregación, después de todo, las diferencias doctrinales son frívolas", para el cristiano nacido de nuevo, la cruz de Cristo y su mensaje, rechazado por el LT, no es mera frivolidad.

Más allá de las diferencias doctrinales, la actitud deshonesta de los liberales, insistiendo en ser parte de una iglesia y su ministerio, es un peligro para la iglesia; pero esta crítica de Machen no se dirigió contra aquellos que, miembros de las iglesias confesionales, lucharon con sus dudas en busca de la verdad; pero se dirigió a aquellos que "se enorgullecen de la posesión del conocimiento de este mundo y buscan un lugar en el ministerio, donde puedan enseñar lo que es directamente contrario a la confesión de fe a la que se someten." (pág. 138).

Además, los liberales insistieron en permanecer en iglesias históricas y denominacionales como un medio para acceder y manipular sus recursos en la propagación de ideas contrarias a la fe cristiana.

"No es una cuestión de tolerancia, es deshonestidad, para una organización fundada con el propósito fundamental de difundir un mensaje, comprometiendo sus recursos y su nombre con aquellos que están luchando contra ese mismo mensaje." (pág. 142)

LA POSTURA REQUERIDA DE LA IGLESIA

La batalla por la fe cristiana requiere no solo el compromiso de proclamar el Evangelio, sino también la defensa intelectual del Evangelio; "Hubo, antes, grandes crisis en la historia de la Iglesia, crisis casi comparables a esta. Una apareció en el siglo II, cuando la existencia misma del cristianismo fue amenazada por los gnósticos. Otra surgió en la Edad Media, cuando parecía el evangelio de la gracia de Dios había sido olvidado. En tiempos de crisis, Dios siempre ha salvado a la Iglesia. Pero siempre la ha salvado por los obstinados defensores de la verdad, no por los pacifistas teológicos." (pág. 146).

Por otro lado, los candidatos para el ministerio deben ser bien juzgados en su honestidad acerca de adherirse a las doctrinas cristianas fundamentales; la elección de los ministros debe centrarse en su fidelidad a las Escrituras; "La gente ha perecido bajo el ministerio de aquellos que 'no niegan' la cruz de Cristo. Pero se necesita algo más. Dios, envíanos ministros que, en lugar de evitar la negación de la cruz, sean fervientes por la cruz, ¡cuyas vidas son sacrificios de gratitud al bendito Salvador que los amó y se entregó por ellos!" (pág. 147).

Por último, la iglesia debe combatir la ignorancia sobre el cristianismo dentro de sus propias puertas; esta ignorancia "es el resultado lógico e inevitable de la falsa noción de que el cristianismo es un estilo de vida, no una doctrina; si el cristianismo no es una doctrina, la enseñanza obviamente no es necesaria para el cristianismo". (pág. 148); pero, como doctrina, el cristianismo no solo debe ser constantemente proclamado sino también enseñado en sus afirmaciones e implicaciones prácticas.

"Los laicos, así como los ministros, deben volver, con una nueva firmeza, al estudio de la Palabra de Dios en estos días." (pág. 149); no ignoramos los muchos peligros que enfrentamos; pero a pesar de las muchas dificultades enfrentadas, nuestra esperanza reside en las preciosas promesas de Dios.

(1) MACHEN, John Greshan "Cristianismo e Liberalismo" - Shedd Publicações - tradução Caio Cesar Dias Peres - 1ª edição - 2012 (Brasil)

(2) CAIRNS, Earle E. "O cristianismo através dos século" - Ed. Vida Nova - tradução Israel Belo de Azevedo, Valdemar Korker - 2ª edição - 2008 - páginas 466, 484 - 487 (Brasil)


segunda-feira, 24 de junho de 2019

Série de estudos "Cristianismo e Liberalismo" - 9ª e última parte



por:
José Augusto de Oliveira Maia
20.06.2019


No penúltimo estudo desta série, Machen(1) contrapõe a doutrina cristã sobre a salvação das almas aos ensinos liberais sobre o tema; enquanto os teólogos e pastores liberais ensinam a confiança na capacidade humana para a construção de um mundo melhor, reduzindo o sacrifício de Cristo a um mero e bom exemplo, a pregação cristã proclama a morte de Cristo como o sacrifício em prol da redenção da Humanidade, através do qual o amor de Deus Pai pela Humanidade executa Sua justiça sobre a pessoa de Deus Filho, pagando ele mesmo o preço exigido para nossa reconciliação com Deus.

Neste último estudo, veremos as dificuldades enfrentadas pelos cristãos contra a invasão das igrejas pelos liberais, e os riscos que isso traz para nós até o dia de hoje.

LIBERALISMO TEOLÓGICO - DO SEMINÁRIO PARA O PÚLPITO

Os princípios liberais apresentados na primeira parte de nossa série - a) rejeição da autoridade da Bíblia como Palavra de Deus; b) a imanência de Deus no indivíduo humano; c) a paternidade universal de Deus; d) negação do nascimento virginal, dos milagres e da ressurreição corpórea de Cristo; e) escatologia que se cumpre na evolução do Homem, em direção à salvação da sociedade, negando-se o juízo sobre a Criação como ensinado no Apocalipse de João - desenvolveram-se ao longo do século XIX e invadiram os seminários teológicos no início do século XX; diversos pastores formados nestes seminários levaram seus ensinos para os púlpitos de suas igrejas, ao mesmo tempo em que trabalhavam para excluir os cristãos ortodoxos, ou como eram chamados, fundamentalistas, de sua direção; o material das Escolas Dominicais foi formatado segundo conceitos da evolução humana e da educação religiosa com base em princípios liberais, de tal forma que a formação cristã, e não a conversão a Cristo, fosse a base da vida dos futuros membros das igrejas(2).

É justamente este o ponto, e suas consequências negativas para o Reino de Deus, a causa do Evangelho de Cristo e a Igreja de Cristo e denominações cristãs, de que Machen trata no último capítulo de seu livro. 

A PATERNIDADE DE DEUS E A FRATERNIDADE CRISTÃ

Este é um ponto fundamental no qual cristãos e liberais não podem concordar; enquanto o liberalismo teológico (LT), baseado nos princípios humanistas e iluministas, afirma que todos somos irmãos e igualmente filhos de Deus, o cristianismo, fundamentado na Bíblia, reconhece a dependência humana de um único Criador e a realidade de uma mesma natureza comum a todos os Homens; porém, o senso de fraternidade cristã e da paternidade de Deus são exclusivos dos convertidos a Cristo (João 1:10 - 13; 20:31).

Assim, contrário ao LT, cuja esperança se baseia no aprimoramento humano em lidar com as questões terrenas, o cristianismo põe sua esperança no novo nascimento, criando um novo ser e uma nova fraternidade (João 3:3).

CRISTÃOS, LIBERAIS E A IGREJA LOCAL

Machen define a igreja local, institucional e visível como expressão humana da igreja de Cristo, a verdadeira companhia dos remidos; "A igreja invisível, a verdadeira companhia dos redimidos, encontra sua expressão na comunhão dos cristãos que constituem a igreja visível hoje." (pág. 134); porém, no início do século XX, a comunidade cristã local / denominacional vinha se enfraquecendo ao aceitar falsos cristãos não somente como membros, "mas também no ministério da igreja, e, de forma crescente, têm recebido permissão para dominar os concílios e determinar o seu ensino. A grande ameaça à igreja de hoje não vem de seus inimigos externos, e sim dos inimigos internos; vem da presença, dentro da igreja, de pessoas cuja fé e prática são totalmente anticristãs." (pág. 135).

Até este ponto de nosso estudo, ficou demonstrado que cristianismo e liberalismo não são a mesma coisa, e conforme Machen asseverava em sua época, "é altamente indesejável que o liberalismo e o cristianismo devam continuar sendo propagados dentro dos limites da mesma organização. A separação das duas partes dentro da igreja é a necessidade mais premente deste momento." (pág. 135).

A união buscada pelos liberais dentro de uma mesma igreja com seus membros cristãos baseia-se em ideias frágeis e vulneráveis; pois, enquanto os liberais dizem: "Vamos nos unir na mesma congregação, afinal, as diferenças doutrinárias são frívolas", para o cristão novamente nascido, a cruz de Cristo e sua mensagem, rejeitada pelo LT, não é mera frivolidade. 

Além das diferenças doutrinárias, a atitude desonesta dos liberais, insistindo em fazer parte de uma igreja e de seu ministério, é um perigo para a igreja; porém, esta crítica de Machen não era dirigida contra aqueles que, membros das igrejas confessionais, lutavam com suas dúvidas em busca da verdade; mas dirigia-se àqueles que "se orgulham da posse do conhecimento deste mundo, e buscam um lugar no ministério, onde possam ensinar o que é diretamente contrário à confissão de fé à qual se submeteram." (pág. 138).

Além disso, os liberais insistiam em permanecer nas igrejas históricas e confessionais como forma de acessar e manipular seus recursos na propagação de ideias contrárias à fé cristã.

"Não é uma questão de tolerância e sim de desonestidade, para uma organização fundada com o propósito fundamental de propagar uma mensagem, comprometer seus recursos e seu nome com aqueles que estão engajados em combater essa mesma mensagem." (pág. 142)

A POSTURA NECESSÁRIA À IGREJA

A batalha pela fé cristã necessita não só do empenho na proclamação do Evangelho, mas também na defesa intelectual do Evangelho; "Já houve, anteriormente, grandes crises na história da igreja, crises quase comparáveis a essa. Uma apareceu no século II, quando a própria existência do cristianismo foi ameaçada pelos gnósticos. Outra surgiu na Idade Média, quando o evangelho da graça de Deus parecia ter sido esquecido. Em tempos de crise, Deus sempre salvou a igreja. Mas ele sempre a salvou pelos teimosos defensores da verdade, e não pelos pacifistas teológicos." (pág. 146).

Por outro lado, os candidatos ao ministério devem ser bem avaliados em sua honestidade quanto à aderência às doutrinas cristãs fundamentais; a escolha dos ministros deve centrar-se em sua fidelidade às Escrituras; "As pessoas têm perecido sob as ministrações daqueles que 'não negam' a cruz de Cristo. Porém, algo mais que isso é necessário. Deus, envia-nos ministros que, em vez de evitar a negação da cruz, estejam fervorosos pela cruz, cujas vidas sejam sacrifícios vivos de gratidão ao abençoado Salvador que os amou e se entregou por eles!" (pág. 147). 

Por último, a igreja deve combater a ignorância a respeito do cristianismo dentro de seus próprios portões; essa ignorância "é o resultado lógico e inevitável da falsa noção de que o cristianismo é um estilo de vida, e não uma doutrina; se o cristianismo não é uma doutrina, o ensino, obviamente, não é necessário para o cristianismo." (pág. 148); mas, como doutrina, o cristianismo deve ser não só constantemente proclamado, mas também ensinado em suas afirmações e implicações práticas.

"Leigos, assim como ministros, devem retornar, com uma nova firmeza, ao estudo da Palavra de Deus nestes dias." (pág. 149); não ignoramos os muitos perigos enfrentados; mas, apesar das muitas dificuldades enfrentadas, nossa esperança está sobre as promessas preciosas de Deus.
___________________

(1) MACHEN, John Greshan "Cristianismo e Liberalismo" - Shedd Publicações - tradução Caio Cesar Dias Peres - 1ª edição - 2012 

(2) CAIRNS, Earle E. "O cristianismo através dos século" - Ed. Vida Nova - tradução Israel Belo de Azevedo, Valdemar Korker - 2ª edição - 2008 - páginas 466, 484 - 487

domingo, 12 de maio de 2019

Serie de estudios "Cristianismo y Liberalismo" - parte 8



por:
José Augusto de Oliveira Maia
01.05.2019


En nuestro estudio anterior(*), observamos las diferencias entre el Cristianismo y el Liberalismo sobre la persona de Jesucristo, y el rechazo del Liberalismo a la presentación que la Biblia hace de Jesús, que enfatiza su nacimiento virginal, la ausencia del pecado en su naturaleza y los milagros realizados por él, narrados en las Escrituras y rechazados por el Liberalismo.

Continuando nuestros estudios, analizaremos las diferencias entre ambas religiones en el mensaje del Evangelio, específicamente en lo que se refiere a la salvación de las almas; en la Teología, la doctrina de la salvación es llamada soteriología (gr. soterios = "salvación", logos = "palabra" o "principio").

La fuente de la salvación de las almas

Si hay un punto que merece destaque entre la enseñanza cristiana y la enseñanza liberal es la fuente de la salvación:

* el cristianismo encuentra la salvación del hombre en Dios, solamente

* el liberalismo encuentra la salvación del hombre en el hombre

La exclusividad de la salvación en Dios, como enseña el cristianismo, tiene una amplia base bíblica, de la que podemos citar algunos pasajes:

I Pedro 1:18 - 20Tened presente que habéis sido rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual heredasteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación. El, a la verdad, fue destinado desde antes de la fundación del mundo, pero ha sido manifestado en los últimos tiempos por causa de vosotros.

Tito 3:4 - 6Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador y su amor por los hombres, él nos salvó, no por las obras de justicia que nosotros hubiésemos hecho, sino según su misericordia; por medio del lavamiento de la regeneración y de la renovación del Espíritu Santo, que él derramó sobre nosotros abundantemente por medio de Jesucristo nuestro Salvador.

Hebreos 9:13 - 14Porque si la sangre de machos cabríos y de toros, y la ceniza de la vaquilla rociada sobre los impuros, santifican para la purificación del cuerpo, ¡cuánto más la sangre de Cristo, quien mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará nuestras conciencias de las obras muertas para servir al Dios vivo!

Por otro lado, el Liberalismo Teológico (LT) ve la muerte de Cristo de otras maneras:

# - como un ejemplo a seguir
"La esencia es que la muerte de Cristo tuvo un efecto, no sobre Dios, sino sobre el Hombre. El efecto sobre el hombre, a veces, es concebido de manera muy simple, siendo la muerte de Cristo considerada, solamente, como un ejemplo de auto-sacrificio que debe ser imitado por nosotros." (pág. 102)

# - como una demostración del odio de Dios al pecado
"Otras veces, el efecto de la muerte de Cristo sobre nosotros es concebido de una manera más sutil; dicen que la muerte de Cristo muestra cuánto Dios odia el pecado, pues el pecado ha llevado al que es santo a la terrible cruz." (pág. 102)

# - como demostración del amor de Dios por nosotros
"Por otro lado, a veces, la muerte de Cristo es vista como una demostración del amor de Dios; ella exhibe al Hijo de Dios entregado por todos nosotros." (pág. 102)

Las afirmaciones arriba del LT sobre la muerte de Cristo contienen verdades en sí mismas; sin embargo, no revelan la mayor verdad sobre el sacrificio de Cristo; "Todas estas verdades se encuentran claramente en el Nuevo Testamento, pero son suprimidas por una verdad aún mayor, que Cristo murió en nuestro lugar, para presentarnos inculpables ante el trono de Dios; sin esta verdad central, todo el resto carece de sentido. Un ejemplo de auto-sacrificio es inútil para quien está bajo la culpa y la esclavitud del pecado; el conocimiento de cómo Dios odia el pecado, por sí mismo, sólo trae desesperación; una demostración del amor de Dios es sólo una exhibición, es que hay alguna razón detrás de ese sacrificio. Si la cruz debe ser restaurada a su lugar de derecho en la vida cristiana, debemos penetrar más profundamente que las teorías modernas, para Él que nos amó y se entregó por nosotros." (pág. 102, 103).

En oposición al apego cristiano a la narrativa histórica del Evangelio, el LT insiste en concentrarnos en lo que Cristo hace en la vida individual de cada uno, hoy; pero el abandono de la narrativa histórica contenida en el Evangelio genera un mero misticismo, en sí mismo muy diferente del Cristianismo. "El vínculo entre la experiencia actual del creyente con la aparición histórica de Jesús en el mundo es lo que impide nuestra religión de ser misticismo, y la lleva a ser cristianismo ... Considerando esta objeción, debería decirse que si la religión que se ha convertido en independiente de la historia, no hay algo como el Evangelio, porque el Evangelio significa 'buenas nuevas', noticias, información de algo que sucedió. Un Evangelio independiente de la historia es una contradicción de términos." (página 104).

Mientras el LT no ofrece nada para quitar la culpa de nuestro pecado y reconciliarnos con Dios, el cristianismo, firmemente fundado en hechos ocurridos en el tiempo, ofrece la Verdad que transforma a pecadores condenados ante Dios en hijos amados y perdonados de este mismo Dios.

Sin embargo, hay quienes afirman que "Lo que realmente es necesario, es una salvación que salvará a todas las personas en todas partes, habiendo oído de Jesús o no, y sea cual sea el tipo de vida que tomar.". (página 105); sin embargo, la ofensa del Evangelio está en la proclamación de la exclusividad de Cristo como Señor y Salvador; "Por lo tanto, al colocar a Jesús junto a nuestros bienhechores de la humanidad, el liberalismo moderno es completamente inofensivo para el hombre moderno. Todos hablan bien de ello. Es totalmente inofensivo, pero es completamente inútil. La ofensa de la cruz es abandonada, pero se van también la gloria y el poder." (página 106). (vease Hechos 4:12, Colosenses 1:15 - 20, Tito 3: 4 - 7, I Pedro 1:17 - 20).

Sin embargo, el LT rechaza el concepto de una muerte vicaria, es decir, sustitutiva; como, cuestionan los liberales, alguien puede pagar la pena de otra persona?

Machen responde a esto diciendo: "Es la más pura verdad que una persona cualquiera no puede pagar el castigo por el pecado de otra persona. Pero eso no significa que Jesús no podía hacerlo, pues él no era una persona cualquiera. Hijo eterno de Dios, Jesús es el maestro de los íntimos secretos del mundo moral, él hizo lo que ningún otro podría hacer: cargó nuestros pecados." (página 108).

Así, cuando percibimos que el que murió en la cruz del Calvario fue simplemente el Señor de la Gloria, no cabe duda de que su sacrificio podría pagar por el perdón de nuestros pecados (Hebreos 9:13, 14).

El inigualable amor de Dios

En el debate, los liberales afirman que la doctrina cristiana de la salvación mediante la fe en el sacrificio de Cristo en la cruz transforma a Dios en un ser vengativo, que exige un rescate a ser pagado antes de la concesión del perdón; sin embargo, esta afirmación afronta la soberanía de Dios en la salvación, ya que fue Él mismo, en la persona de su Hijo, Jesucristo, quien realizó el sacrificio supremo y pagó el rescate por nuestra salvación (Juan 3:16, Hechos 4: 24 - 28).

La visión errónea del LT sobre la obra salvadora de Cristo en la cruz es fruto de una visión superficial de la gravedad de nuestra condición de pecadores ante Dios; sin embargo, Jesús no compartía esta visión; "si una cosa es clara en el registro de la vida de Jesús, es que él reconoció la justicia de Dios como distinta de su amor. Dios es amor, como dijo Jesús, pero él no es sólo amor; Jesús habló, con palabras terribles, el pecado que jamás será perdonado, ni en ese mundo ni en el venidero. Jesús, claramente, reconoció la existencia de la justicia retributiva, y estaba lejos de aceptar la visión moderna superficial sobre el pecado." (página 112).

Los liberales modernos deploran la visión de la justicia de Dios, afirmando que esta doctrina desprecia la doctrina del amor de Dios; sin embargo, es el verdadero amor de Dios que le llevó a ejecutar contra sí mismo su justicia en favor de la humanidad perdida; "la cuestión fundamental es que Dios mismo, y no otro, hace el sacrificio por el pecado - el mismo Dios, en la persona del Hijo, que asumió nuestra naturaleza y murió por nosotros, Dios mismo, en la persona del Padre, que no negó (...) Un amor así es muy diferente de la complacencia encontrada en el Dios del predicador moderno, ese amor es el amor que no tuvo en cuenta el costo, es el amor que es realmente amor. " (página 113).

Lo que explica la depreciación de tan grande amor de Dios por el LT es su falsa doctrina sobre el pecado; la alegría que podría ser producida por la proclamación del amor de Dios es vana y débil, ya que la superficialidad con que nuestro pecado es retratado desvaloriza el amor de Dios por nosotros.

La corrupción de la naturaleza humana

Sin embargo, el LT insiste en la depreciación del nuevo nacimiento producido por el Espíritu Santo en aquellos que creen en el mensaje del Evangelio de Cristo, enseñando que el mal existente en nuestra naturaleza puede ser superado por una bondad innata.

Aunque la gracia común, algo bueno que Dios todavía permite que permanezca en el mundo y en el Hombre, pueda traer alguna luz a nuestra existencia, no puede quitar el poder del pecado sobre nosotros, ni borrar nuestra culpa ante Dios; "No va a quitar la enfermedad del pecado; es verdad que va a amenizar los síntomas de la enfermedad; en algunos momentos, la enfermedad se oculta, y algunos piensan que fue curada, entonces ella resurge con fuerza de una nueva manera, como en 1914, y la alarma del mundo; lo necesario no es un remedio para aliviar los síntomas del pecado, sino una curación que ataca la raíz de la enfermedad." (página 118).

Así, la obra redentora de Cristo aplicada por el Espíritu Santo a la vida de aquel que cree, promueve el nuevo nacimiento (Juan 3: 5, 6); "Y él no tiene meramente la promesa de ser declarado justo a la vista de Dios (aunque esta bendecida declaración se confirme en el día del juicio), ya es declarado justo aquí y ahora. Al inicio de cada vida cristiana, encuentrase no un proceso, pero un acto puntual de Dios. (página 120)

La fe que salva

Pero, basados en la doctrina de la justificación por la fe, preguntamos: ¿cuál es la fe que justifica al pecador ante Dios?

Aún en tiempos de nuestro autor, ya era corriente entre las personas la valoración de la fe, simplemente como acto de creer, independientemente del objeto de la fe.

Tal consideración sobre la fe, aún muy presente en el siglo XXI, sigue siendo vulnerable; porque el que cree atribuye los posibles resultados de su creencia al objeto de su fe, y no al acto de creer en sí; si la fe, por más sincera y bien intencionada que sea, es colocada sobre un objeto falso, no producirá el resultado esperado, dado el hecho de que tal creencia tiene por fundamento una mentira; sin embargo, la fe sincera dirigida a un objeto verdadero, recibe la recompensa, dada la veracidad y confiabilidad de su objeto.

Así, "tener fe en Cristo significa parar de intentar ganar el favor de Dios por quien eres, la persona que cree en Cristo simplemente acepta el sacrificio que Cristo ofreció en el Calvario. El resultado de esa fe es una nueva vida y toda buena obra; sin embargo, la salvación en sí es un regalo absolutamente gratuito de Dios. (página 122)

Nueva vida en Cristo, desde ya y para siempre

Sin embargo, la predicación de los púlpitos liberales enseña la fe en Cristo como maestro, considerando la obtención de la salvación por la obediencia a sus mandamientos; así, el LT apoya la esperanza de salvación en la ley de Dios, y no en el sacrificio de Cristo. Además, los liberales cuestionan la doctrina de la regeneración basada en la permanencia de la fragilidad humana, y en la inclinación de nuestra carne al pecado; sin embargo, en función de ello, Pablo declara que "La vida que ahora vivo en el cuerpo, la vivo por la fe en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mí. (Gálatas 2: 20b); Pablo siempre reconoció nuestra condición humana limitada por una naturaleza pecaminosa, y por eso mismo, pone la certeza de su salvación en la obra redentora de Cristo, confiando que "el que comenzó la buena obra (...) va a completarla hasta el día de Cristo Jesús. (Filipenses 1: 6).

"(...), incluso dentro de la vida cristiana, existen tristes evidencias de pecado, pero de acuerdo con la esperanza que Cristo nos ha dado, habrá una victoria final, y las luchas de ese mundo serán seguidas por las glorias del cielo. Toda la vida cristiana, el cristianismo no está limitado a este mundo pasajero, él mide todas las cosas de acuerdo con el pensamiento de la eternidad. (página 125)

El LT, sin embargo, ve la religión como algo dirigido hacia esta vida, sin la preocupación con el mundo por venir, ya que "el verdadero fundamento para esa inmortalidad ya fue abandonado por el rechazo del registro de la resurrección de Cristo en el Nuevo Testamento." (página 126).

Sin perspectiva de futuro, el LT acusa al cristianismo de individualismo, mientras predica no el restablecimiento de la comunión del individuo con Dios, sino la reforma de la sociedad; sin embargo, el cristianismo enfoca la comunión restaurada con Dios, pero al mismo tiempo valora tanto las sagradas relaciones familiares como el servicio al prójimo, pues "que no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios, a quien no ve. Él nos dio este mandamiento: el que ama a Dios, ame también a su hermano. (I Juan 4: 20b, 21).

"(...) el cristiano cree que su principal trabajo es el de salvar almas, y almas no son salvas por los principios éticos de Jesús, sino por su obra redentora. El misionero cristiano y el trabajador cristiano, en otras palabras, viviendo en su país o en lugares lejanos, distinto del apóstol del liberalismo, dice a todo hombre, en todo lugar: 'La bondad humana no conseguirá nada para almas perdidas, usted debe nacer de nuevo.'." (página 132)

Así, el cristianismo y el liberalismo, una vez más, difieren grandemente en cuanto a la doctrina de la salvación, pues una vez que el último coloca sus esperanzas en la capacidad humana en la construcción de un mundo mejor, el primero exalta a la persona de Cristo, que en obediencia a la voluntad de Dios, entregó su vida para pagar el precio de nuestra redención, y resucitó para garantizar el acceso a la vida eterna a todos los que creen en él.

(*) MACHEN, John Greshan "Cristianismo y Liberalismo" - Shedd Publicaciones - traducción de Caio Cesar Dias Peres - 1ª edición - 2012 (Brasil)










terça-feira, 30 de abril de 2019

Série de estudos "Cristianismo e Liberalismo" - 8ª parte



por:
José Augusto de Oliveira Maia
09.01.2019


Em nosso estudo anterior(*), observamos as diferenças entre o Cristianismo e o Liberalismo sobre a pessoa de Jesus Cristo, e a rejeição do Liberalismo à apresentação que a Bíblia faz de Jesus, que enfatiza seu nascimento virginal, a ausência do pecado em sua natureza e os milagres realizados por ele, narrados nas Escrituras e rejeitados pelo Liberalismo. 

Prosseguindo nossos estudos, analisaremos as diferenças entre ambas as religiões no tocante à mensagem do Evangelho, especificamente no tocante à salvação das almas; na Teologia, a doutrina da salvação é chamada de soteriologia (gr. soterios = "salvação"; logos = "palavra" ou "princípio").

A FONTE DA SALVAÇÃO DAS ALMAS

Se há um ponto que merece destaque entre o ensino cristão e o ensino liberal é a fonte da salvação:

* o cristianismo encontra a salvação do Homem em Deus, somente

* o liberalismo encontra a salvação do Homem no Homem

A exclusividade da salvação em Deus, conforme ensina o cristianismo, tem larga base bíblica, da qual podemos citar algumas passagens:

I Pedro 1:18 - 20: Pois vocês sabem que não foi por meio de coisas perecíveis como prata ou ouro que vocês foram redimidos da sua maneira vazia de viver que lhes foi transmitida por seus antepassados, mas pelo precioso sangue de Cristo, como de um cordeiro sem mancha e sem defeito, conhecido antes da criação do mundo, revelado nestes últimos tempos em favor de vocês.

Tito 3:4 - 6: Mas quando se manifestaram a bondade e o amor pelos homens da parte de Deus, nosso salvador, não por causa de atos de justiça por nós praticados, mas devido à sua misericórdia, ele nos salvou pelo lavar regenerador e renovador do Espírito Santo, que ele derramou sobre nós generosamente, por meio de Jesus Cristo, nosso salvador.

Hebreus 9:13, 14: Ora, se o sangue de bodes e touros e as cinzas de uma novilha espalhadas sobre os que estão cerimonialmente impuros os santificam de forma que se tornam exteriormente puros, quanto mais, então, o sangue de Cristo, que pelo Espírito eterno se ofereceu de forma imaculada a Deus, purificará a nossa consciência de atos que levam à morte, de forma que sirvamos ao Deus vivo!

Por outro lado, o Liberalismo Teológico (LT) vê a morte de Cristo de outras maneiras:

# - como um exemplo a ser seguido
"A essência é que a morte de Cristo teve um efeito, não sobre Deus, mas sobre o Homem. O efeito sobre o Homem, às vezes, é concebido de maneira bem simples, sendo a morte de Cristo considerada, somente, como um exemplo de auto-sacrifício que deve ser imitado por nós." (pág. 102)

# - como uma demonstração do ódio de Deus ao pecado 
"Outras vezes, o efeito da morte de Cristo sobre nós é concebido de uma maneira mais sutil; dizem que a morte de Cristo mostra o quanto Deus odeia o pecado - pois o pecado até levou aquele que é santo para a terrível cruz." (pág. 102)

# - como demonstração do amor de Deus por nós
"Por outro lado, às vezes, a morte de Cristo é vista como uma demonstração do amor de Deus; ela exibe o Filho de Deus entregue por todos nós." (pág. 102)

As afirmativas acima do LT sobre a morte de Cristo contêm verdades em si mesmas; porém, não revelam a maior verdade sobre o sacrifício de Cristo; "Todas essas verdades são encontradas claramente no Novo Testamento. Mas elas são suprimidas por uma verdade ainda maior - que Cristo morreu em nosso lugar, para nos apresentar inculpáveis diante do trono de Deus. Sem essa verdade central, todo o resto carece de sentido. Um exemplo de auto-sacrifício é inútil para quem está sob a culpa e a escravidão do pecado; o conhecimento de como Deus odeia o pecado, por si mesmo, somente traz desespero; uma demonstração do amor de Deus é apenas uma exibição, a não ser que haja alguma razão por trás desse sacrifício. Se a cruz deve ser restaurada ao seu lugar de direito na vida cristã, devemos penetrar mais fundo do que as teorias modernas, para Ele que nos amou e se entregou por nós." (pág. 102, 103).

Em oposição ao apego cristão à narrativa histórica do Evangelho, o LT insiste em nos concentrarmos no que Cristo faz na vida individual de cada um, hoje; mas o abandono da narrativa histórica contida no Evangelho gera um mero misticismo, em si mesmo bem diferente do Cristianismo. "A ligação entre a experiência atual do crente com a aparição histórica de Jesus no mundo é o que impede nossa religião de ser misticismo, e a leva a ser cristianismo. (...) Considerando essa objeção, deveria ser dito que se a religião se tornar independente da História, não há algo como o Evangelho. Pois o Evangelho significa 'boas novas', notícias, informação de algo que aconteceu. Um Evangelho independente da história é uma contradição de termos." (pág. 104).

Enquanto o LT nada oferece para remover a culpa de nosso pecado e nos reconciliar com Deus, o cristianismo, firmemente alicerçado em fatos ocorridos no tempo, oferece a Verdade que transforma pecadores condenados diante de Deus em filhos amados e perdoados deste mesmo Deus.

Porém, há aqueles que afirmam que "O que é realmente necessário, (...) é uma salvação que irá salvar todas as pessoas em todos os lugares, tendo ouvido elas de Jesus ou não, e seja qual for o tipo de vida que levem." (pág. 105); contudo, a ofensa do Evangelho está na proclamação da exclusividade de Cristo como Senhor e Salvador; "Portanto, ao colocar Jesus ao lado de ouros benfeitores da Humanidade, o Liberalismo moderno é completamente inofensivo ao Homem moderno. Todos falam bem disso. É totalmente inofensivo. Todavia, também é inteiramente inútil. A ofensa da cruz é abandonada, mas se vão também a glória e o poder." (pág. 106). (veja Atos 4:12Colossenses 1:15 - 20; Tito 3:4 - 7I Pedro 1:17 - 20).

Contudo, o LT rejeita o conceito de uma morte vicária, isto é, substitutiva; como, questionam os liberais, alguém pode pagar a pena de outra pessoa?

Machen responde a isso dizendo que "É a mais pura verdade que uma pessoa qualquer não possa pagar a punição pelo pecado de outra pessoa. Mas isso não significa que Jesus não podia fazê-lo, pois ele não era uma pessoa qualquer, ele é o Filho eterno de Deus. Jesus é o mestre dos íntimos segredos do mundo moral; ele fez o que nenhum outro poderia fazer: carregou nossos pecados." (pág. 108). 

Assim, quando percebemos que aquele que morreu no cruz do Calvário foi simplesmente o Senhor da Glória, não resta dúvidas de que seu sacrifício poderia pagar pelo perdão de nossos pecados (Hebreus 9:13, 14).

O INIGUALÁVEL AMOR DE DEUS

Seguindo no debate, os liberais afirmam que a doutrina cristã da salvação mediante a fé no sacrifício de Cristo na cruz transforma Deus em um ser vingativo, que exige um resgate a ser pago antes da concessão do perdão; no entanto, tal afirmação afronta a soberania de Deus na salvação, uma vez que foi Ele mesmo, na pessoa de Seu Filho, Jesus Cristo, quem realizou o sacrifício supremo e pagou o resgate pela nossa salvação (João 3:16; Atos 4:24 - 28).

A visão errônea do LT sobre a obra salvadora de Cristo na cruz é fruto de uma visão superficial da gravidade de nossa condição de pecadores diante de Deus; no entanto, Jesus não compartilhava desta visão; "se uma coisa é clara no registro da vida de Jesus, é que ele reconheceu a justiça de Deus como distinta de seu amor. Deus é amor, como disse Jesus, mas ele não é só amor; Jesus falou, com palavras terríveis, do pecado que jamais será perdoado, nem nesse mundo nem no vindouro. Jesus, claramente, reconheceu a existência da justiça retributiva; Jesus estava longe de aceitar a visão moderna superficial sobre o pecado." (pág. 112).

Os liberais modernos deploram a visão da justiça de Deus, afirmando que esta doutrina deprecia a doutrina do amor de Deus; no entanto, é o verdadeiro amor de Deus que O levou a executar contra si mesmo a Sua justiça em prol da Humanidade perdida; "a questão fundamental é que o próprio Deus, e não outro, faz o sacrifício pelo pecado - o próprio Deus, na pessoa do Filho, que assumiu nossa natureza e morreu por nós, o próprio Deus, na pessoa do Pai, que não negou o seu próprio Filho, mas o ofereceu por todos nós. (...) Um amor assim é muito diferente da complacência encontrada no Deus do pregador moderno; esse amor é o amor que não levou em conta o custo; é o amor que é realmente amor." (pág. 113).

O que explica a depreciação de tão grande amor de Deus pelo LT é sua falsa doutrina sobre o pecado; a alegria que poderia ser produzida pela proclamação do amor de Deus é vã e fraca, uma vez que a superficialidade com que nosso pecado é retratado desvaloriza o amor de Deus por nós.

A CORRUPÇÃO DA NATUREZA HUMANA

Contudo, o LT insiste na depreciação do novo nascimento produzido pelo Espírito Santo naqueles que creem na mensagem do Evangelho de Cristo, ensinando que o mal existente em nossa natureza pode ser superado por uma bondade inata.

Embora a graça comum, algo de bom que Deus ainda permite que permaneça no mundo e no Homem, possa trazer alguma luz à nossa existência, ela não pode remover o poder do pecado sobre nós, nem apagar nossa culpa perante Deus; "Não irá remover a doença do pecado. É verdade que irá amenizar os sintomas da doença. Em alguns momentos, a doença fica escondida, e alguns pensam que ela foi curada. Então ela ressurge com força de uma nova maneira, como em 1914, e alarma o mundo. O necessário não é um remédio para aliviar os sintomas do pecado, e sim uma cura que ataque a raiz da doença." (pág. 118).

Assim, a obra redentora de Cristo aplicada pelo Espírito Santo à vida daquele que crê, promove o novo nascimento (João 3:5, 6); "E ele não tem meramente a promessa de ser declarado justo à vista de Deus (ainda que essa abençoada declaração venha a ser confirmada no dia do juízo), ele já é declarado justo aqui e agora. No início de cada vida cristã, encontra-se não um processo, mas um ato pontual de Deus." (pág. 120)

A FÉ QUE SALVA

Porém, baseados na doutrina da justificação pela fé, perguntamos: qual a fé que justifica o pecador diante de Deus?

Ainda em tempos do nosso autor, já era corrente entre as pessoas a valorização da fé, simplesmente como ato de crer, independente do objeto da fé.

Tal consideração sobre a fé, ainda muito presente no século XXI, permanece vulnerável; pois aquele que crê atribui os possíveis resultados de sua crença ao objeto de sua fé, e não ao ato de crer em si; ora, se a fé, por mais sincera e bem intencionada que seja, for colocada sobre um objeto falso, não produzirá o resultado esperado, dado o fato de tal crença ter por alicerce uma mentira; no entanto, a fé sincera direcionada a um alvo verdadeiro, recebe a recompensa, dada a veracidade e confiabilidade de seu objeto. 

Assim, "ter fé em Cristo significa parar de tentar ganhar o favor de Deus por quem você é; a pessoa que crê em Cristo simplesmente aceita o sacrifício que Cristo ofereceu no Calvário. O resultado dessa fé é uma nova vida e toda boa obra; contudo, a salvação em si é um presente absolutamente gratuito de Deus." (pág. 122)

NOVA VIDA EM CRISTO, DESDE JÁ E PARA SEMPRE

No entanto, a pregação dos púlpitos liberais ensina a fé em Cristo como mestre, considerando a obtenção da salvação pela obediência aos seus mandamentos; assim, o LT apoia a esperança de salvação na lei de Deus, e não no sacrifício de Cristo. Além disso, os liberais questionam a doutrina da regeneração com base na permanência da fragilidade humana, e na inclinação de nossa carne para o pecado; contudo, em função disso mesmo, Paulo declara que "A vida que agora vivo no corpo, vivo-a pela fé no Filho de Deus, que me amou e se entregou por mim." (Gálatas 2:20b); Paulo sempre reconheceu nossa condição humana limitada por uma natureza pecaminosa, e por isso mesmo, põe a certeza de sua salvação na obra redentora de Cristo, confiando que "aquele que começou a boa obra (...) vai completá-la até o dia de Cristo Jesus." (Filipenses 1:6).

"(...) mesmo por dentro da vida cristã existem tristes evidências de pecado. Porém, de acordo com a esperança que Cristo nos deu, haverá uma vitória final, e as lutas desse mundo serão seguidas pelas glórias do céu. Essa esperança acompanha toda a vida cristã; o cristianismo não está limitado a este mundo passageiro, ele mensura todas as coisas de acordo com o pensamento da eternidade." (pág. 125)

O LT, no entanto, vê a religião como algo voltado para esta vida, sem a preocupação com o mundo porvir, uma vez que "o verdadeiro fundamento para essa imortalidade já foi abandonado pela rejeição do registro da ressurreição de Cristo, no Novo Testamento." (pág. 126). 

Sem perspectiva de futuro, o LT acusa o cristianismo de individualismo, enquanto prega não o restabelecimento da comunhão do indivíduo com Deus,  mas sim a reforma da sociedade; contudo, o cristianismo foca a comunhão restaurada com Deus, porém ao mesmo tempo valoriza tanto as sagradas relações familiares quanto o serviço ao próximo, pois "que não ama ao seu irmão, a quem vê, não pode amar a Deus, a quem não vê. Ele nos deu este mandamento: quem ama a Deus, ame também seu irmão." (I João 4:20b, 21).

"(...) o cristão acredita que seu principal trabalho é o de salvar almas, e almas não são salvas pelos princípios éticos de Jesus, e sim pela sua obra redentora. O missionário cristão e o trabalhador cristão, em outras palavras, vivendo em seu país ou em lugares distantes, diferente do apóstolo do liberalismo, diz a todo Homem, em todo lugar: 'A bondade humana não conseguirá nada para almas perdidas, você deve nascer de novo."." (pág. 132)

Assim, cristianismo e liberalismo, uma vez mais, diferem gritantemente quanto à doutrina da salvação, pois uma vez que o último coloca suas esperanças na capacidade humana na construção de um mundo melhor, o primeiro exalta a pessoa de Cristo, que em obediência à vontade de Deus, entregou sua vida para pagar o preço da nossa redenção, e ressuscitou para garantir acesso à vida eterna a todos os que nele creem.


--------------------------
(*) MACHEN, John Greshan "Cristianismo e Liberalismo" - Shedd Publicações - tradução Caio Cesar Dias Peres - 1ª edição - 2012 

quarta-feira, 24 de abril de 2019

A doutrina do culto a Deus



por:
José Augusto de Oliveira Maia
23.04.2019


A DOUTRINA DO CULTO A DEUS

Introdução

O propósito deste texto é apresentar a doutrina bíblica sobre o culto a Deus, em três aspectos: as marcas do culto verdadeiro, o culto e a doutrina cristã, e o significado escatológico do culto. A versão básica adotada do texto bíblico será a Nova Versão Internacional (NVI).

1.) Definindo o termo "culto"

No sentido religioso, culto (ou adoração) é o ato de se prestar honras a uma divindade.

2.) As marcas do culto verdadeiro

Em Deuteronômio 6:4, 13 - 15, lemos a advertência a Israel de que "O Senhor nosso Deus é o único Senhor."; Israel era instruído sobre quem era o Deus que adorava, e que Ele era o único digno desta adoração; Deus é apresentado a Israel como um Deus zeloso, e o culto oferecido a outros deuses era uma ofensa contra o verdadeiro Deus e Senhor, tendo como consequência a destruição de Israel.

Olhando para João 4:4 - 26, encontramos o diálogo de Jesus com a mulher de Samaria; em seu objetivo de levar a mulher à salvação, Jesus constrói este diálogo iniciando com a oferta da água da vida; mas a mulher não iria pedi-la a Ele, uma vez que ela não sabia quem Ele era (v. 10), assim como os samaritanos adoravam ao que não conheciam (v. 22). Jesus então demonstra a ela Sua onisciência, revelando-lhe Seu conhecimento sobre sua vida conjugal (vs. 16 - 18), despertando nela o interesse pela adoração verdadeira; ao constatar a profundidade de Seu ensino, a mulher se recorda: "Eu sei que o Messias (chamado Cristo) está para vir; quando ele vier, explicará tudo para nós." (v. 25). Jesus revela-se a ela, (v. 26), diante da percepção da mulher que está diante de alguém que pode ser o Cristo (vs. 28 e 29).

Finalmente, atentando para o texto de Romanos 12:1 e 2, encontramos Paulo falando sobre o culto a Deus como um sacrifício vivo, santo e agradável a Deus; esta forma de culto é descrita de forma prática no versículo 2, exortando à rejeição dos padrões mundanos de vida e à transformação da mente, isto é, da forma de pensar.

Comparando-se estes três textos, vemos que o verdadeiro culto a Deus:

  • necessita de um conhecimento correto sobre quem é Deus, de acordo com a Sua própria revelação 

  • expressa-se através de um viver transformado, como fruto do conhecimento advindo desta mesma revelação 

Portanto, o culto a Deus não está na prática ritualística vazia, desprovida de sentido, nem em circunstâncias exteriores (compare com Isaías 66:1 - 4 e Jeremias 9:23 e 24).

3.) O culto e a doutrina cristã

Embora os primeiros cristãos tivessem o hábito de se reunir todos os dias (Atos 4:26), encontramos dois textos que evidenciam a prática de encontros dominicais, uma vez que a ressurreição do Senhor havia acontecido no primeiro dia da semana (veja Atos 20:7 e I Coríntios 16:1 - 4); o culto cristão primitivo trazia elementos presentes no culto judaico nas sinagogas, salvo a celebração da Ceia (veja Atos 13:14 e 15 e I Coríntios 11:23 - 26).

Assim, as orações, os cânticos, a leitura e exposição das Sagradas Escrituras uniram-se à celebração da Ceia no culto cristão primitivo, com a preocupação de que tudo fosse feito de forma a promover a edificação dos irmãos (I Coríntios 14:26). Essa edificação, necessariamente, passaria pela promoção do ensino da doutrina cristã e da proclamação da mensagem do Evangelho de Cristo (Atos 2:42; Efésios 4:11 - 16; II Pedro 1:3 e 8).

Por isso mesmo, encontramos nos cultos hoje hinos que são cantados em louvor a Deus, e ao mesmo tempo, proclamam e ensinam a doutrina cristã; alguns exemplos, extraídos do "Hinário para o Culto Cristão", seguem abaixo:

HCC 13: Ensina sobre os atributos divinos: sabedoria, perfeição, imortalidade, glória, supremacia, imutabilidade, entre outros.

HCC 90: Ressalta a encarnação de Cristo, essencial no plano de salvação.

HCC 264: Canta o sacrifício vicário (substitutivo) de Cristo por nós, e proclama Seu perdão.

HCC 140: Anuncia a ressurreição do Senhor, e ensina sobre a vida eterna assim concedida a todos os que creem.

HCC 155: Proclama a promessa da segunda vinda de Cristo, a execução da Justiça de Deus, e a salvação eterna de Sua Igreja. 

4.) O significado escatológico do culto

Sendo que a finalidade do culto é a adoração e a proclamação de Deus, no qual a doutrina cristã e a mensagem do Evangelho devem estar presentes, algo de mais excelente deve estar presente pra dar sentido a esta celebração; a esperança escatológica, isto é, a segunda vinda de Cristo, para o estabelecimento final do Reino de Deus, a vitória de Deus sobre o pecado e a rebelião promovida por Satanás, a salvação final da Igreja e o castigo definitivo sobre a Humanidade rebelde, dão o sentido final ao culto; sem a presença desta esperança verdadeira, o culto seria apenas uma expressão religiosa coletiva, mas na prática, sem um significado real.

Referências bibliográficas

ELWELL, Walter A. "Enciclopédia Histórico-Teológica da Igreja Cristã" - Tradução de Gordon Chown - Ed. Vida Nova - 1ª edição, reimpressão em volume único, 2009 - volume 1, pg. 21 e 22

GONZÁLEZ, Justo L. "E até os confins da terra: uma história ilustrada do cristianismo" - Tradução de Key Yuasa - Ed, Vida Nova - 1ª edição, 1980; reimpressão em 2008 - volume 1, pg. 150

MORRIS, Leon "1º Coríntios - Introdução e comentário" - Tradução Odayr Olivetti - Ed. Vida Nova - 2008 - pg. 130

FRANGIOTTI, Roque "Padres Apostólicos" - Tradução Ivo Storniolo, Eucldes M. Balancin - Ed. Paulus - 4ª edição, 2008 - pg. 353 e 354

HURTADO, Larry W. "As origens da adoração cristã" - Tradução A. G. Mendes - Ed. Vida Nova - 2011 - pg. 47 a 49, 137 e 138 

"Hinário para o Culto Cristão" - JUERP - 1ª edição, 1990; 5ª reimpressão, 1997





domingo, 13 de janeiro de 2019

DECLARAÇÃO DE NASHVILLE



13.01.2019


O documento transcrito abaixo, batizado como "Declaração de Nashville", é uma declaração da fé evangélica sobre a sexualidade humana, conforme ensinado pelas igrejas cristãs ao longo dos séculos; foi publicado pelo CONSELHO SOBRE A MASCULINIDADE E FEMINILIDADE BÍBLICA na cidade de Nashville, EUA, em 29 de agosto de 2017.

A intenção de publicar este documento no blog JESUS CRISTO, ESPERANÇA NOSSA, é cooperar na divulgação do conteúdo do documento, marcando a posição aceita pelas igrejas cristãs com base no ensino da Palavra de Deus, a Bíblia, sobre o tema da sexualidade humana, em confronto à distorção da sexualidade que vemos em nossos tempos ao redor do mundo.

PREÂMBULO

"Sabei que o Senhor é Deus; foi ele que nos fez, e não nós a nós mesmos; somos povo seu e ovelhas do seu pasto." (Salmo 100:3)

Cristãos Evangélicos, na aurora do século XXI, encontram-se em um momento de transição histórica. Como a cultura ocidental tem se tornado cada vez mais pós-Cristã, ela tem embarcado em uma revisão massiva do significado do que é ser humano. De um modo geral, o espírito de nossa época, não percebe ou se deleita mais com a beleza do projeto de Deus para a vida humana. Muitos negam que Deus criou o ser humano para a sua glória, e que os seus bons propósitos para conosco incluem o nosso modelo físico e pessoal como masculino e feminino. É comum pensar que a identidade humana como masculina e feminina não seja uma parte do maravilhoso plano de Deus, mas é, e é mais do que um expressão individual de suas preferências autônomas. O caminho para a alegria completa e duradoura através do bom projeto de Deus para suas criaturas é então substituído pelo caminho de alternativas míopes que, mais cedo ou mais tarde, arruínam com a vida humana e desonram a Deus.

Este espírito secular de nossa época apresenta um grande desafio para a igreja Cristã. A igreja do Senhor Jesus Cristo perderá sua convicção, clareza e coragem bíblica, e se misturará ao espírito da época? Ou ela se manterá firme à palavra da vida, suscitará coragem através de Jesus, e despudoradamente proclamará o seu modo como o caminho da vida? Ela preservará o seu testemunho transparente, contracultural para um mundo que parece caído em ruína?

Estamos convencidos de que a fidelidade em nossa geração significa declarar mais uma vez, a verdadeira história do mundo e de nosso lugar nele – particularmente como masculino e feminino. As Escrituras Cristãs ensinam que existe apenas um Deus, e que é o Criador e Senhor de tudo. Somente a ele, uma pessoa deve agradecimento alegre, adoração sincera e total lealdade. Este é o caminho não só para glorificar a Deus, mas também para conhecer a si mesmo. Esquecer do nosso Criador é esquecermo-nos de nós mesmos, pois ele nos fez para ele mesmo. E nós não podemos nos conhecer verdadeiramente sem conhecemo-Lo verdadeiramente. Nós não nos fizemos. Nós não somos de nós mesmos. Nossa verdadeira identidade, como pessoas masculinas e femininas, é dada por Deus. Não é apenas tolo, como também inútil, tentarmos fazer de nós mesmos o que Deus não nos criou para ser.

Nós acreditamos que o projeto de Deus para a criação e o seu caminho de salvação servem para levar a ele a glória maior e trazer a nós o bem maior. O plano bom de Deus nos fornece a liberdade maior. Jesus disse que ele veio para que nós possamos ter uma vida abundante. Ele é por nós e não contra nós. Portanto, na esperança de servir à igreja de Cristo e testemunhar publicamente para os propósitos bons de Deus para a sexualidade humana revelada nas Escrituras Cristãs, nós oferecemos as seguintes afirmações e negações.

ARTIGO I

NÓS AFIRMAMOS que Deus designou o casamento para ser uma união pactual, sexual, procriativa, vitalícia entre um homem e uma mulher.

NÓS NEGAMOS que Deus designou o casamento para ser uma relação homossexual, poligâmica ou poliamorosa. Nós também negamos que o casamento seja uma mero contrato humano, e não um pacto feito diante de Deus.

ARTIGO II

NÓS AFIRMAMOS que a vontade de Deus revelada para todas as pessoas é a castidade fora do casamento e a fidelidade dentro do casamento.
NÓS NEGAMOS que qualquer afeição, desejo ou compromisso justifiquem o ato sexual, seja antes ou fora do casamento; ou que justifiquem qualquer forma de imoralidade sexual.
ARTIGO III

NÓS AFIRMAMOS que Deus criou Adão e Eva, os primeiros seres humanos, à sua imagem, iguais, perante Deus, como pessoas, e distintos como masculino e feminino.
NÓS NEGAMOS que as diferenças ordenadas divinamente entre homem e mulher façam com que os mesmos sejam desiguais em dignidade e valor.
ARTIGO IV

NÓS AFIRMAMOS que as diferenças ordenadas divinamente entre homem e mulher refletem o projeto de criação original de Deus e foram feitas para o bem e para a prosperidade do homem.
NÓS NEGAMOS que essas diferenças são resultado da Queda ou que devem ser superadas.
ARTIGO V

NÓS AFIRMAMOS que as diferenças entre as estruturas reprodutivas do homem e da mulher são integrantes do projeto de Deus para a auto concepção como masculino ou feminino.
NÓS NEGAMOS que anomalias físicas ou condições psicológicas anulam a ligação designada por Deus entre o sexo biológico e a auto concepção como masculino ou feminino.
ARTIGO VI

NÓS AFIRMAMOS que aqueles nascidos com desordem física de desenvolvimento sexual são criados à imagem de Deus e têm dignidade e valor assim como todos os outros portadores da imagem. Eles são reconhecidos pelo Nosso Senhor Jesus em suas próprias palavras sobre “eunucos que assim nasceram do ventre da mãe”. Juntamente com outros, eles são bem-vindos como seguidores da fé de Jesus Cristo e deveriam abraçar seu sexo biológico até o ponto que o mesmo seja conhecido.
NÓS NEGAMOS que ambiguidades relacionadas ao sexo biológico de uma pessoa a torne incapaz de viver uma vida fértil em obediência alegre a Cristo.
ARTIGO VII

NÓS AFIRMAMOS que a auto concepção de masculino e feminino deve ser definida pelos propósitos sagrados de Deus na criação e redenção, como revelado pelas Escrituras.
NÓS NEGAMOS que adotar uma auto concepção homossexual ou transgênero consista dos propósitos sagrados de Deus na criação e redenção.
ARTIGO VIII

NÓS AFIRMAMOS que as pessoas que possuem atração sexual pelo mesmo sexo podem viver uma vida rica e próspera, agradando a Deus através da fé em Jesus Cristo, enquanto eles, assim como todo Cristão, caminham na pureza da vida.
NÓS NEGAMOS que a atração pelo mesmo sexo seja parte da bondade natural da criação original de Deus, ou que isso ponha alguém fora da esperança do Evangelho.
ARTIGO IX

NÓS AFIRMAMOS que o pecado distorce os desejos sexuais por direcioná-los para longe do pacto matrimonial e por aproximá-los da imoralidade sexual – uma distorção que inclui tanto a imoralidade heterossexual como a homossexual.
NÓS NEGAMOS que um padrão persistente de imoralidade sexual justifique o comportamento sexualmente imoral.
ARTIGO X

NÓS AFIRMAMOS que é pecaminoso aprovar a imoralidade homossexual ou o transgenerismo e que tal aprovação constitui um desvio essencial da fé e do testemunho de Jesus Cristo.
NÓS NEGAMOS que a aprovação de imoralidade homossexual ou de transgenerismo seja questão de indiferença moral sobre a qual Cristãos fiéis deveriam concordar para descordar.
ARTIGO XI

NÓS AFIRMAMOS a nossa obrigação de sempre falar a verdade em amor, incluindo quando falamos com ou sobre outra pessoa como masculino ou feminino.
NÓS NEGAMOS qualquer obrigação de falar em desonra ao projeto de Deus de seus portadores da imagem como masculino e feminino.
ARTIGO XII

NÓS AFIRMAMOS que a graça de Deus em Cristo fornece tanto perdão misericordioso como poder transformador, e que este perdão e poder permitem ao seguidor de Jesus aniquilar desejos pecaminosos e caminhar de uma forma louvável ao Senhor.
NÓS NEGAMOS que a graça de Deus em Cristo seja insuficiente para perdoar qualquer pecado sexual e para dar poder de santidade para qualquer crente que se sinta afogado no pecado sexual.
ARTIGO XIII

NÓS AFIRMAMOS que a graça de Deus em Cristo permite pecadores a abandonar auto concepções de transgeneridade e através de paciência divina, de aceitar a ligação designada por Deus entre o sexo biológico e a auto concepção de alguém como masculino ou feminino.
NÓS NEGAMOS que a graça de Deus em Cristo sancione auto concepções que são estranhas à vontade de Deus revelada.
ARTIGO XIV

NÓS AFIRMAMOS que Jesus Cristo veio ao mundo para salvar os pecadores e que através da morte e ressurreição de Cristo, o perdão e a vida eterna estão disponíveis para qualquer pessoa que se arrependa de seus pecados e confie em Cristo como seu único Salvador, Senhor e tesouro supremo.
NÓS NEGAMOS que o braço do Senhor seja curto demais para salvar ou que qualquer pecador esteja além do seu alcance.
Assinam este documento, entre muitos outros, os seguintes pastores e teólogos(as):
John Piper     Wayne Grudem     D. A. Carson     R. C. Sproul
Rosaria Butterfield     Kevin DeYoung     Mark Dever    Bruce Ware
Christiana Holcomb     Candi Finch     Dorothy Kelley Patterson
(texto original disponível em https://palavraprudente.com.br/outros-assuntos/declaracao-de-nashville-traducao-do-nashville-statement/?fbclid=IwAR0J9BrOc0TwU8si9CuOF41nC2VcRLmukhFqiIt9U5DGUUUkzngEqRwQI74)