UBE Blogs

UBE Blogs

quinta-feira, 24 de novembro de 2016

El verdadero cristianismo - parte 6



por:
José Augusto de Oliveira Maia
20.11.2016


SERIE DE ESTUDIOS SOBRE EL LIBRO "EL VERDADERO CRISTIANISMO", DE WILLIAM WILBERFORCE (*)

Capítulo VI - verificación de la situación actual del cristianismo


Si usted ha seguido esta serie de estudios hasta aquí, sabe que el británico William Wilberforce, escritor cristiano reformado cuyo libro "El Verdadero Cristianismo" estamos estudiando, vivió entre finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, más precisamente, desde 1.759 a 1.833; su libro fue escrito en 1.796, hablando de una serie de análisis del cristianismo de su tiempo, comparando el cristianismo nominal con la verdadera fe y práctica de la vida cristiana, y trata de despertar a los lectores a un compromisso efectivo con Cristo y una vida transformada, fruto del nuevo nacimiento.

Así que la verificación de que él tiene la intención de hacer en este sexto capítulo sobre la situación actual del cristianismo, se contexualiza en su tiempo; sin embargo, sus resultados son muy válidos para el cristianismo de hoy.

En su análisis, Wilberforce verifica que la presencia de la fe cristiana en la sociedad siempre elevó el nivel general de la moralidad; virtudes que antes eran raras se hicieron comunes; sin embargo, con el tiempo este efecto se notó también en cristianos y paganos, dada la incorporación por la sociedad de los valores morales presentes en el cristianismo; así que la verificación de la situación del cristianismo, que nuestro autor nos invita a hacer, no debe dejarse llevar por las apariencias externas.

Es decir, las buenas costumes aprobadas por la fe cristiana se han convertido, con el tiempo, comunes a paganos y cristianos; por tanto, la presencia de valores morales cristianos por sí solo no puede servir como punto de referencia de una fe cristiana madura en la sociedad.

En tiempos de persecución, el cristianismo prospera, ya que estas circunstancias no dan cabida a los cristianos tibios; por otro lado, en los tiempos de bonanza, el efecto contrario se produce. "Los soldados de la Iglesia militante tienden entonces a olvidar que están en guerra; su ardor afloja y su celo languidece."; citando a John Owen (teólogo, pastor e escritor ingles, 1.616 - 1.683), Wilberforce se refiere a una comparación entre una religión próspera y una colonia establecida en un país extranjero; sus características, comportamiento y lenguaje son absorbidos por los habitantes nativos, hasta que todos los rastros de su distinción han desaparecido.


La prosperidad del cristianismo en la sociedad, por regla general, afloja el celo por la fe en sus características más peculiares; los preceptos y principios cristianos ratificados por la ley común del país incorporanse en las costumbres de la sociedad, por lo que es aparentemente una sociedad cristiana; "Pero lo que es peculiar en lo cristianismo verdadero, y debe ser cultivado en el corazón, los cristianos nominales consideran cada vez menos hasta que sea completamente olvidado."; en particular, las doctrinas específicas de la fe cristiana, sin las cuales la misma no se caracteriza o distigue.

Wilberforce describe el declive del cristianismo en la sociedad inglésa a finales del siglo XVIII como consecuencia del abandono de la enseñanza doctrinal cristiana en las iglesias; la moral cristiana pasa a ser valorada sin su base doctrinal, llegando a ser absorbida por paganos y cristianos, como un fin em sí misma; la Inglaterra redució el cristianismo a un mero sistema ético; pero sin la base doctrinal de la moral cristiana, la naturaleza corrupta del Hombre tiende a abandonar a este último al gusto de sus interesses. Sin el Dios que determina el correcto y el incorrecto, el Hombre pasa a ser el definidor.

Lo que ocurrió en la Inglaterra en el tiempo de Wilberforce no era nuevo en la historia del cristianismo; ya en el momento de la expansión cristiana después del cuarto siglo, muchos pueblos paganos adheriran al cristianismo, absorbiendo sus costumbres, lenguaje, rituales y símbolos; sin embargo, lejo de ser una autêntica conversión, muchas de las costumbres y conceptos de estos pueblos paganos fueron preservados y enmascarados en una falsa religión cristiana, mientras que influían en la Iglesia, que poco a poco se ha apartado de las doctrinas de la gracia y desarrolló falsas doctrinas, apartando las personas del Evangelio que Jesucristo y sus apóstoles predicaron.

Del mismo modo, hoy en día muchas iglesias insitucionales se han alejado de la enseñanza de los conceptos básicos del Evangelio, enseñando doctrinas supuestamente basadas en la Biblia; las doctrinas cristianas fundamentales, incluyendo la corrupción general de la Humanidad por el pecado, la necesidad de la fe en Jesucristo como Salvador en la reconciliación del Hombre con Dios, la perseverancia en el camino a través de la obra del Espíritu Santo, son vagos o extraños entre los membros de iglesias que adoptando el nombre de "evangelica", enseñan creencias y prácticas inútiles para la salvación, o mismo absolutamente antagónicas al mensaje de Cristo; se hace cada vez más urgente de levantar los siervos de Dios para redimir a la enseñanza de las doctrinas distintamente evangélicas, y la manifestación de los hijos de Dios para creer e vivir el Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios, Salvador!



(*) - WILBERFORCE, William "Cristianismo Verdadeiro"; Editora Palavra, 2006; traducción de Jorge Camargo (Brasil)

Nenhum comentário:

Postar um comentário