Serie de estudios sobre el libro de Apocalipsis - parte 3

 

por: José Augusto de Oliveira Maia

 

29.09.2014

 

 

 

El quinto y sexto sellos

 

 

El quinto sello muestra una figura que aparece varias veces a lo largo del Apocalipsis: los mártires que fueron perseguidos y muertos por causa de la Palabra de Dios, es decir, por su testimonio del mensaje del Evangelio de Cristo; la persecución contra los cristianos era común; sin embargo, aquí el Apocalipsis se refiere a la persecución de los cristianos a lo largo de la historia, cuando se dice que los mártires "a esperar un poco más, hasta que el número debe ser completa de sus consiervos y hermanos que iban a ser muertos como ellos." (Apocalipsis 6:9 al 11).

 

Cuando se abrió el sexto sello, Juan tiene una visión de los desastres naturales impresionantes estremeciendo la Creación; su apertura también expone la reacción aterrorizada de varias personas antes de la llegada del juicio de Dios, independientemente de lo que son: reyes, príncipes, generales, los ricos, los poderosos, libres o esclavos, la gente común (Apocalipsis 6:12 al 17).

 

Visiones entre el sexto y el séptimo sello

 

Apocalipsis 7:1 al 3 muestra cuatro ángeles dispuestos en las cuatro esquinas de la tierra, sostenindo una corriente de viento; a ellos se da la orden de no dañar la tierra hasta que se sellan los siervos de Dios.

 

Si bien puede haber grupos que deseen discutir acerca de quién eran estos siervos de Dios, el texto de Apocalipsis 7:4 al 8 está hablando muy específico en este punto, sin dejar lugar a dudas: 144.000 siervos de Dios sean sellados, todos descendientes de las personas de Israel, 12.000 de cada una de las 12 tribos. Cualquier declaración que tenga la intención de hacer valer cualquier cosa diferente son fácilmente desechados por la objetividad de la información en el texto.

 

Outro punto polémico sería el tipo de señal que queda en cada uno de estos servidores; objetivamente, si el sello se le dio a cada uno de ellos antes de los ángeles ejecutan la destrucción en la Tierra, es evidente la intención de Dios para protegerlos; independientemente de las apariencias externas, que sólo depende de la certeza de que sólo Dios puede tener acerca de estas personas es que fueron sellados contra la destrucción que estaba a punto de venir. Aquí tenemos que distinguir entre lo verdadero y lo falso Israel (Apocalipsis 2:9; 3:9; véase también Romanos 2:28,29).

 

A pesar del llamado especial que Dios tiene para el pueblo de Israel, hay varias referencias en el Antiguo Testamento acerca de la promesa de un Salvador, no sólo para Israel, sino para todas las personas; esta promesa se cumplió en Jesucristo.

 

Por lo tanto, después de la visión de Juan, él presenta una gran multitud incontable, todos ante el Cordero (Jesús); claro aquí es la distinción entre los dos grupos: uno con número - 144.000 - toda la tribu de Israel, y otro número desconocido, "de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas"; toda la gran multitud que canta "Salvación á nuestro Dios que está sentado sobre el trono, y al Cordero."; es la persona de Jesucristo, se presenta como el salvador de toda la humanidad, de acuerdo al propósito de Dios (Apocalipsis 7:9 al 17, Mateo 1:18 al 21 y Juan 6:28, 29, 38 al 40).